Hijo de una familia
trabajadora, Salvador era el tercero de seis hermanos. Su padre, Joaquín Puig, había sido militante de
Acció Catalana durante la
República. Exiliado en
Francia en el campo de refugiados de
Argelès, fue condenado a muerte cuando volvió a
España e indultado en el último momento.
El joven Salvador empezó a estudiar en el colegio religioso
La Salle Bonanova hasta que fue expulsado por indisciplina. A partir de los dieciséis años compaginó el trabajo en una oficina con los estudios nocturnos en el instituto Maragall, donde hizo amistad con Javier Garriga y los hermanos Solé Sugranyes (Oriol e Ignacio), todos ellos futuros compañeros del
Movimiento Ibérico de Liberación (MIL).
Los episodios del
Mayo francés de
1968 y la muerte del estudiante
Enrique Ruano en la
Dirección General de Seguridad en
1969 fueron decisivos para que Puig Antich decida implicarse en la lucha contra la dictadura
franquista. Su primera militancia será en las plataformas de
Comisiones Obreras, formando parte de la Comisión de Estudiantes del Instituto Maragall. Ideológicamente, pronto evolucionó hacia posiciones
anarquistas, que rechazaban cualquier tipo de dirigismo y jerarquía dentro de las organizaciones políticas y sindicales en la lucha de la clase obrera hacia su emancipación. Tras iniciar estudios universitarios de Ciencias Económicas, hace el servicio militar en
Ibiza, donde es destinado a la enfermería del cuartel. Una vez licenciado, se incorpora al
Movimiento Ibérico de Liberación (MIL), integrándose en la rama armada. Participa, haciendo de chófer, en las acciones del grupo, que consistían generalmente en atracos a bancos. El botín se destinaba a financiar las publicaciones clandestinas del grupo y a ayudar a los huelguistas y a los obreros detenidos.
Puig Antich y sus compañeros se movían con facilidad en el mundo de la lucha clandestina y viajaban a menudo al sur de Francia, donde se relacionaron con viejos militantes
cenetistas.
En agosto de
1973, el grupo se reunió en Francia para celebrar el congreso de autodisolución del MIL. El mes siguiente, tras el atraco a una oficina de
La Caixa, empezaría una fuerte ofensiva policial contra los militantes del MIL.
Primero cayeron
Oriol Solé Sugranyes y
José Luis Pons Llobet, y, a continuación,
Santi Soler, que es detenido, interrogado y torturado y acaba confesando los lugares de encuentro clandestino de sus compañeros. El mismo Santi Soler será utilizado de trampa por la policía de paisano para detener a
Javier Garriga; no se esperaba la presencia de Puig Antich. La operación, minuciosamente preparada, se efectuó el 25 de septiembre de
1973, en Barcelona. Los dos anarquistas son detenidos y, acto seguido, en el portal del número 70 de la calle Gerona, tiene lugar un tiroteo a consecuencia del cual Puig Antich queda malherido y el subinspector de la Brigada Político Social
Francisco Anguas Barragán, de 23 años, resulta muerto.
Puig Antich fue encarcelado, acusado de ser el autor de los disparos que causaron la muerte a Anguas Barragán y, posteriormente, juzgado en
consejo de guerra y condenado a muerte por un régimen con sed de venganza tras el atentado contra
Luis Carrero Blanco. En toda
Europa se organizaron manifestaciones pidiendo la conmutación de la pena capital, pero
Franco se mantuvo firme y no concedió el indulto. Pasa su última noche en la celda 443 de la carcel Modelo de Barcelona. Salvador Puig Antich, de 25 años, fue ejecutado mediante
garrote vil por el verdugo titular de la Audiencia de Madrid
Antonio López Guerra, en la sala de paquetería de la prisión el
2 de marzo de
1974 a las 9:20 horas de la mañana, certíficando su muerte un capitán médico a las 9:40 horas.
Está enterrado en el Cementerio de Montjuïc (agrupación 14, nicho 2737).
En
2001, el periodista catalán
Francesc Escribano escribió el libro «Cuenta atrás. La historia de Salvador Puig Antich», en el que cuenta los hechos que llevaron a la ejecución de Puig Antich. En septiembre de
2006, con guión basado en el libro de Escribano, se estrenó la película española
Salvador, protagonizada por
Daniel Brühl y dirigida por
Manuel Huerga.
Tanto el libro como la película han recibido fuertes críticas por parte de antiguos militantes del MIL, compañeros de militancia de Salvador, que afirman que vacían de contenido político el personaje de Puig Antich y al tiempo que se dignificaría falsamente la imagen de su carcelero,
Jesús Irurre, al juez militar y a la
Brigada Político-Social de la policía franquista.
[1] [2]El cantautor
Joan Isaac compuso su tema A Margalida como homenaje a Puig Antich y
Lluís Llach también dedicó el tema I si canto trist a su memoria, participó en la banda sonora de la película Salvador.
http://es.wikipedia.org/wiki/Salvador_Puig_Antich