El Estado es una condición, una cierta relación entre seres humanos, una forma de comportamiento humano; que destruimos estableciendo otras relaciones, comportándonos de manera diferente, con uno y con el otro” (Gustav Landauer).
sábado, 20 de junio de 2009
Información y democracia en instituciones locales
Acceso a la información y gestión democrática en las instituciones locales
Carlos Cossío
Las sobrecargadas tensiones entre el Estado y la sociedad hacen imposible cualquier forma de transparencia a través del acceso a la información pública, que harían más fácilmente detectable la corrupción.
La cuestión de la corrupción es uno de los factores determinantes del deterioro del vínculo entre la sociedad civil y el Estado, y también del desarrollo socio-económico en la región. La gran deficiencia de los poderes locales con relación a la organización de la información pública se debe al hecho de que las informaciones son elaboradas según necesidades de las instancias administrativas superiores o externas; por consiguiente, no son cruzadas, organizadas e integradas en el nivel de las necesidades del ciudadano común y sus instituciones municipales. Paradójicamente, sólo en las instancias municipales es posible transformar la información en participación ciudadana y desarrollo económico.
La necesidad de generar información de la base ciudadana de la sociedad debe exigir a las instituciones locales la construcción de una metodología básica de un sistema de información integrada local.
La forma actual de transmisión del flujo de información hacia las autoridades superiores, convierte esa información en poco confiable para el uso de las cuentas nacionales y poco útil para las necesidades de los actores sociales o económicos de la sociedad civil.
Las actividades y el protagonismo económico de los ciudadanos y sus instituciones constituyen sus propios sistemas de seguimiento, evaluación y control de la información para poder apreciar la productividad de sus esfuerzos.
Los sistemas de información organizados por segmento de actividad de las instituciones locales son necesarios, pero también, incapaces de informar sobre el impacto sistémico del conjunto de los esfuerzos. La existencia de sistemas paralelos y segmentados de información no fortalece una visión de conjunto de la forma de administración de las instituciones locales. Por ejemplo, una racionalidad administrativa coherente en las instituciones municipales o prefecturales de la región implica una visión de conjunto que debe ser expuesta por los sistemas de información para cualquier ciudadano que así lo requiera. Sin una información objetiva y confiable la intervención de ciudadanos y autoridades municipales poseerá una visión segmentada por consiguiente desinformada y borrosa de la realidad. El problema no radica en la ausencia de datos e informaciones de las instituciones municipales y ciudadanas. El problema radica en la falta de una metodología de sistematización eficaz de organización de la información. Autoridades y responsables de políticas son incapaces de diseñar los sistemas de información de las instituciones regionales, municipales y ciudadanas. Ésta lamentable restricción no permite contribuir a los diversos actores ciudadanos en el desenvolvimiento y dinamización de actividades económicas, sociales y ambientales desde una visión sistémica que resulta esencial para la sinergia de los esfuerzos locales.
La explotación adecuada de la información en las instituciones locales es un recurso democrático fundamental y un racionalizador de las acciones sociales. La falta de acceso a la información o la profusión de información desordenada y de poca calidad son graves obstáculos a los derechos ciudadanos y a la transparencia y democracia de la gestión publica local. Si no se facilita un acceso libre a la información pública y no se provee de un sistema de información de libre acceso ciudadano, los administradores de las instituciones locales deberán ser vistos por los ciudadanos como sospechosos de corrupción y autoritarismo.
Por efectos de las rutinas autoritarias se visualiza la producción de información en una sociedad y sus instituciones como un proceso que va de abajo hacia arriba. Los sistemas de información responden a las necesidades exclusivas de las acciones de administración y gobierno pero no para satisfacer la administración de los intereses de la sociedad civil. El Estado entiende que la sociedad civil sólo puede producir información para ser representada, sin posibilidad de participación real en el proceso de toma de decisiones. Una verdadera democracia ciudadana entiende que la sociedad civil en su conjunto debe ser detalladamente informada por el municipio para que su participación directa en las decisiones sea efectiva.
La organización de información municipal para el ciudadano y el acceso a la información pública sin restricciones son dos herramientas democráticas de urgente aplicación. La falta de acceso a la información municipal y su precaria producción para el consumo de la ciudadanía es un gran obstáculo para una eficaz autorregulación democrática de la sociedad.
El sistema de organización información municipal es caótico y no está disponible para la explotación de información por el ciudadano común. Las administraciones municipales no disponen de una base organizada de informaciones para orientar su gestión, menos aún es capaz de ofrecer información confiable para informar adecuadamente las acciones ciudadanas. La opacidad de las instituciones públicas limita la democracia participativa y sólo es capaz de responder a la intuición y la presión de los grupos sociales pero no la democracia ciudadana en sus acciones administrativas.
En síntesis, la pobreza, la marginalidad, el desempleo, la inseguridad, la evasión fiscal, la baja calidad del gasto público, entre otros, son problemas comunes de las administraciones de las instituciones locales del departamento de Cochabamba. En esta medida, la transparencia del gasto presupuestario a través del acceso democrático de la información, debe apuntar a la mejora de la explotación de la información con la finalidad de contribuir a fortalecer la eficacia y capacidades de gestión de calidad de los gobiernos municipales en la calidad democrática de los servicios que brindan a través de tres objetivos cardinales: a) Transparentar los procesos público-locales exponiéndolos al escrutinio de la sociedad civil y los movimientos sociales a través del acceso a la información pública-municipal con requisitos de relevancia, accesibilidad, exigibilidad, calidad y confiabilidad; b) Poner a disposición la información para la toma de decisiones de actores sociales heterogéneos: actores estratégicos y ciudadanos comunes; c) Poner en condiciones de igualdad al ciudadano común con el funcionario público municipal o local con la disposición pública de información clave para construir una relación de control-provisión de servicios de calidad en las informaciones.
Carlos Cossío es sociólogo.
Carlos Cossío
Las sobrecargadas tensiones entre el Estado y la sociedad hacen imposible cualquier forma de transparencia a través del acceso a la información pública, que harían más fácilmente detectable la corrupción.
La cuestión de la corrupción es uno de los factores determinantes del deterioro del vínculo entre la sociedad civil y el Estado, y también del desarrollo socio-económico en la región. La gran deficiencia de los poderes locales con relación a la organización de la información pública se debe al hecho de que las informaciones son elaboradas según necesidades de las instancias administrativas superiores o externas; por consiguiente, no son cruzadas, organizadas e integradas en el nivel de las necesidades del ciudadano común y sus instituciones municipales. Paradójicamente, sólo en las instancias municipales es posible transformar la información en participación ciudadana y desarrollo económico.
La necesidad de generar información de la base ciudadana de la sociedad debe exigir a las instituciones locales la construcción de una metodología básica de un sistema de información integrada local.
La forma actual de transmisión del flujo de información hacia las autoridades superiores, convierte esa información en poco confiable para el uso de las cuentas nacionales y poco útil para las necesidades de los actores sociales o económicos de la sociedad civil.
Las actividades y el protagonismo económico de los ciudadanos y sus instituciones constituyen sus propios sistemas de seguimiento, evaluación y control de la información para poder apreciar la productividad de sus esfuerzos.
Los sistemas de información organizados por segmento de actividad de las instituciones locales son necesarios, pero también, incapaces de informar sobre el impacto sistémico del conjunto de los esfuerzos. La existencia de sistemas paralelos y segmentados de información no fortalece una visión de conjunto de la forma de administración de las instituciones locales. Por ejemplo, una racionalidad administrativa coherente en las instituciones municipales o prefecturales de la región implica una visión de conjunto que debe ser expuesta por los sistemas de información para cualquier ciudadano que así lo requiera. Sin una información objetiva y confiable la intervención de ciudadanos y autoridades municipales poseerá una visión segmentada por consiguiente desinformada y borrosa de la realidad. El problema no radica en la ausencia de datos e informaciones de las instituciones municipales y ciudadanas. El problema radica en la falta de una metodología de sistematización eficaz de organización de la información. Autoridades y responsables de políticas son incapaces de diseñar los sistemas de información de las instituciones regionales, municipales y ciudadanas. Ésta lamentable restricción no permite contribuir a los diversos actores ciudadanos en el desenvolvimiento y dinamización de actividades económicas, sociales y ambientales desde una visión sistémica que resulta esencial para la sinergia de los esfuerzos locales.
La explotación adecuada de la información en las instituciones locales es un recurso democrático fundamental y un racionalizador de las acciones sociales. La falta de acceso a la información o la profusión de información desordenada y de poca calidad son graves obstáculos a los derechos ciudadanos y a la transparencia y democracia de la gestión publica local. Si no se facilita un acceso libre a la información pública y no se provee de un sistema de información de libre acceso ciudadano, los administradores de las instituciones locales deberán ser vistos por los ciudadanos como sospechosos de corrupción y autoritarismo.
Por efectos de las rutinas autoritarias se visualiza la producción de información en una sociedad y sus instituciones como un proceso que va de abajo hacia arriba. Los sistemas de información responden a las necesidades exclusivas de las acciones de administración y gobierno pero no para satisfacer la administración de los intereses de la sociedad civil. El Estado entiende que la sociedad civil sólo puede producir información para ser representada, sin posibilidad de participación real en el proceso de toma de decisiones. Una verdadera democracia ciudadana entiende que la sociedad civil en su conjunto debe ser detalladamente informada por el municipio para que su participación directa en las decisiones sea efectiva.
La organización de información municipal para el ciudadano y el acceso a la información pública sin restricciones son dos herramientas democráticas de urgente aplicación. La falta de acceso a la información municipal y su precaria producción para el consumo de la ciudadanía es un gran obstáculo para una eficaz autorregulación democrática de la sociedad.
El sistema de organización información municipal es caótico y no está disponible para la explotación de información por el ciudadano común. Las administraciones municipales no disponen de una base organizada de informaciones para orientar su gestión, menos aún es capaz de ofrecer información confiable para informar adecuadamente las acciones ciudadanas. La opacidad de las instituciones públicas limita la democracia participativa y sólo es capaz de responder a la intuición y la presión de los grupos sociales pero no la democracia ciudadana en sus acciones administrativas.
En síntesis, la pobreza, la marginalidad, el desempleo, la inseguridad, la evasión fiscal, la baja calidad del gasto público, entre otros, son problemas comunes de las administraciones de las instituciones locales del departamento de Cochabamba. En esta medida, la transparencia del gasto presupuestario a través del acceso democrático de la información, debe apuntar a la mejora de la explotación de la información con la finalidad de contribuir a fortalecer la eficacia y capacidades de gestión de calidad de los gobiernos municipales en la calidad democrática de los servicios que brindan a través de tres objetivos cardinales: a) Transparentar los procesos público-locales exponiéndolos al escrutinio de la sociedad civil y los movimientos sociales a través del acceso a la información pública-municipal con requisitos de relevancia, accesibilidad, exigibilidad, calidad y confiabilidad; b) Poner a disposición la información para la toma de decisiones de actores sociales heterogéneos: actores estratégicos y ciudadanos comunes; c) Poner en condiciones de igualdad al ciudadano común con el funcionario público municipal o local con la disposición pública de información clave para construir una relación de control-provisión de servicios de calidad en las informaciones.
Carlos Cossío es sociólogo.
Acceso a la información y gestión democrática en las instituciones locales
Carlos Cossío
Las sobrecargadas tensiones entre el Estado y la sociedad hacen imposible cualquier forma de transparencia a través del acceso a la información pública, que harían más fácilmente detectable la corrupción.
La cuestión de la corrupción es uno de los factores determinantes del deterioro del vínculo entre la sociedad civil y el Estado, y también del desarrollo socio-económico en la región. La gran deficiencia de los poderes locales con relación a la organización de la información pública se debe al hecho de que las informaciones son elaboradas según necesidades de las instancias administrativas superiores o externas; por consiguiente, no son cruzadas, organizadas e integradas en el nivel de las necesidades del ciudadano común y sus instituciones municipales. Paradójicamente, sólo en las instancias municipales es posible transformar la información en participación ciudadana y desarrollo económico.
La necesidad de generar información de la base ciudadana de la sociedad debe exigir a las instituciones locales la construcción de una metodología básica de un sistema de información integrada local.
La forma actual de transmisión del flujo de información hacia las autoridades superiores, convierte esa información en poco confiable para el uso de las cuentas nacionales y poco útil para las necesidades de los actores sociales o económicos de la sociedad civil.
Las actividades y el protagonismo económico de los ciudadanos y sus instituciones constituyen sus propios sistemas de seguimiento, evaluación y control de la información para poder apreciar la productividad de sus esfuerzos.
Los sistemas de información organizados por segmento de actividad de las instituciones locales son necesarios, pero también, incapaces de informar sobre el impacto sistémico del conjunto de los esfuerzos. La existencia de sistemas paralelos y segmentados de información no fortalece una visión de conjunto de la forma de administración de las instituciones locales. Por ejemplo, una racionalidad administrativa coherente en las instituciones municipales o prefecturales de la región implica una visión de conjunto que debe ser expuesta por los sistemas de información para cualquier ciudadano que así lo requiera. Sin una información objetiva y confiable la intervención de ciudadanos y autoridades municipales poseerá una visión segmentada por consiguiente desinformada y borrosa de la realidad. El problema no radica en la ausencia de datos e informaciones de las instituciones municipales y ciudadanas. El problema radica en la falta de una metodología de sistematización eficaz de organización de la información. Autoridades y responsables de políticas son incapaces de diseñar los sistemas de información de las instituciones regionales, municipales y ciudadanas. Ésta lamentable restricción no permite contribuir a los diversos actores ciudadanos en el desenvolvimiento y dinamización de actividades económicas, sociales y ambientales desde una visión sistémica que resulta esencial para la sinergia de los esfuerzos locales.
La explotación adecuada de la información en las instituciones locales es un recurso democrático fundamental y un racionalizador de las acciones sociales. La falta de acceso a la información o la profusión de información desordenada y de poca calidad son graves obstáculos a los derechos ciudadanos y a la transparencia y democracia de la gestión publica local. Si no se facilita un acceso libre a la información pública y no se provee de un sistema de información de libre acceso ciudadano, los administradores de las instituciones locales deberán ser vistos por los ciudadanos como sospechosos de corrupción y autoritarismo.
Por efectos de las rutinas autoritarias se visualiza la producción de información en una sociedad y sus instituciones como un proceso que va de abajo hacia arriba. Los sistemas de información responden a las necesidades exclusivas de las acciones de administración y gobierno pero no para satisfacer la administración de los intereses de la sociedad civil. El Estado entiende que la sociedad civil sólo puede producir información para ser representada, sin posibilidad de participación real en el proceso de toma de decisiones. Una verdadera democracia ciudadana entiende que la sociedad civil en su conjunto debe ser detalladamente informada por el municipio para que su participación directa en las decisiones sea efectiva.
La organización de información municipal para el ciudadano y el acceso a la información pública sin restricciones son dos herramientas democráticas de urgente aplicación. La falta de acceso a la información municipal y su precaria producción para el consumo de la ciudadanía es un gran obstáculo para una eficaz autorregulación democrática de la sociedad.
El sistema de organización información municipal es caótico y no está disponible para la explotación de información por el ciudadano común. Las administraciones municipales no disponen de una base organizada de informaciones para orientar su gestión, menos aún es capaz de ofrecer información confiable para informar adecuadamente las acciones ciudadanas. La opacidad de las instituciones públicas limita la democracia participativa y sólo es capaz de responder a la intuición y la presión de los grupos sociales pero no la democracia ciudadana en sus acciones administrativas.
En síntesis, la pobreza, la marginalidad, el desempleo, la inseguridad, la evasión fiscal, la baja calidad del gasto público, entre otros, son problemas comunes de las administraciones de las instituciones locales del departamento de Cochabamba. En esta medida, la transparencia del gasto presupuestario a través del acceso democrático de la información, debe apuntar a la mejora de la explotación de la información con la finalidad de contribuir a fortalecer la eficacia y capacidades de gestión de calidad de los gobiernos municipales en la calidad democrática de los servicios que brindan a través de tres objetivos cardinales: a) Transparentar los procesos público-locales exponiéndolos al escrutinio de la sociedad civil y los movimientos sociales a través del acceso a la información pública-municipal con requisitos de relevancia, accesibilidad, exigibilidad, calidad y confiabilidad; b) Poner a disposición la información para la toma de decisiones de actores sociales heterogéneos: actores estratégicos y ciudadanos comunes; c) Poner en condiciones de igualdad al ciudadano común con el funcionario público municipal o local con la disposición pública de información clave para construir una relación de control-provisión de servicios de calidad en las informaciones.
Carlos Cossío es sociólogo.
La cuestión de la corrupción es uno de los factores determinantes del deterioro del vínculo entre la sociedad civil y el Estado, y también del desarrollo socio-económico en la región. La gran deficiencia de los poderes locales con relación a la organización de la información pública se debe al hecho de que las informaciones son elaboradas según necesidades de las instancias administrativas superiores o externas; por consiguiente, no son cruzadas, organizadas e integradas en el nivel de las necesidades del ciudadano común y sus instituciones municipales. Paradójicamente, sólo en las instancias municipales es posible transformar la información en participación ciudadana y desarrollo económico.
La necesidad de generar información de la base ciudadana de la sociedad debe exigir a las instituciones locales la construcción de una metodología básica de un sistema de información integrada local.
La forma actual de transmisión del flujo de información hacia las autoridades superiores, convierte esa información en poco confiable para el uso de las cuentas nacionales y poco útil para las necesidades de los actores sociales o económicos de la sociedad civil.
Las actividades y el protagonismo económico de los ciudadanos y sus instituciones constituyen sus propios sistemas de seguimiento, evaluación y control de la información para poder apreciar la productividad de sus esfuerzos.
Los sistemas de información organizados por segmento de actividad de las instituciones locales son necesarios, pero también, incapaces de informar sobre el impacto sistémico del conjunto de los esfuerzos. La existencia de sistemas paralelos y segmentados de información no fortalece una visión de conjunto de la forma de administración de las instituciones locales. Por ejemplo, una racionalidad administrativa coherente en las instituciones municipales o prefecturales de la región implica una visión de conjunto que debe ser expuesta por los sistemas de información para cualquier ciudadano que así lo requiera. Sin una información objetiva y confiable la intervención de ciudadanos y autoridades municipales poseerá una visión segmentada por consiguiente desinformada y borrosa de la realidad. El problema no radica en la ausencia de datos e informaciones de las instituciones municipales y ciudadanas. El problema radica en la falta de una metodología de sistematización eficaz de organización de la información. Autoridades y responsables de políticas son incapaces de diseñar los sistemas de información de las instituciones regionales, municipales y ciudadanas. Ésta lamentable restricción no permite contribuir a los diversos actores ciudadanos en el desenvolvimiento y dinamización de actividades económicas, sociales y ambientales desde una visión sistémica que resulta esencial para la sinergia de los esfuerzos locales.
La explotación adecuada de la información en las instituciones locales es un recurso democrático fundamental y un racionalizador de las acciones sociales. La falta de acceso a la información o la profusión de información desordenada y de poca calidad son graves obstáculos a los derechos ciudadanos y a la transparencia y democracia de la gestión publica local. Si no se facilita un acceso libre a la información pública y no se provee de un sistema de información de libre acceso ciudadano, los administradores de las instituciones locales deberán ser vistos por los ciudadanos como sospechosos de corrupción y autoritarismo.
Por efectos de las rutinas autoritarias se visualiza la producción de información en una sociedad y sus instituciones como un proceso que va de abajo hacia arriba. Los sistemas de información responden a las necesidades exclusivas de las acciones de administración y gobierno pero no para satisfacer la administración de los intereses de la sociedad civil. El Estado entiende que la sociedad civil sólo puede producir información para ser representada, sin posibilidad de participación real en el proceso de toma de decisiones. Una verdadera democracia ciudadana entiende que la sociedad civil en su conjunto debe ser detalladamente informada por el municipio para que su participación directa en las decisiones sea efectiva.
La organización de información municipal para el ciudadano y el acceso a la información pública sin restricciones son dos herramientas democráticas de urgente aplicación. La falta de acceso a la información municipal y su precaria producción para el consumo de la ciudadanía es un gran obstáculo para una eficaz autorregulación democrática de la sociedad.
El sistema de organización información municipal es caótico y no está disponible para la explotación de información por el ciudadano común. Las administraciones municipales no disponen de una base organizada de informaciones para orientar su gestión, menos aún es capaz de ofrecer información confiable para informar adecuadamente las acciones ciudadanas. La opacidad de las instituciones públicas limita la democracia participativa y sólo es capaz de responder a la intuición y la presión de los grupos sociales pero no la democracia ciudadana en sus acciones administrativas.
En síntesis, la pobreza, la marginalidad, el desempleo, la inseguridad, la evasión fiscal, la baja calidad del gasto público, entre otros, son problemas comunes de las administraciones de las instituciones locales del departamento de Cochabamba. En esta medida, la transparencia del gasto presupuestario a través del acceso democrático de la información, debe apuntar a la mejora de la explotación de la información con la finalidad de contribuir a fortalecer la eficacia y capacidades de gestión de calidad de los gobiernos municipales en la calidad democrática de los servicios que brindan a través de tres objetivos cardinales: a) Transparentar los procesos público-locales exponiéndolos al escrutinio de la sociedad civil y los movimientos sociales a través del acceso a la información pública-municipal con requisitos de relevancia, accesibilidad, exigibilidad, calidad y confiabilidad; b) Poner a disposición la información para la toma de decisiones de actores sociales heterogéneos: actores estratégicos y ciudadanos comunes; c) Poner en condiciones de igualdad al ciudadano común con el funcionario público municipal o local con la disposición pública de información clave para construir una relación de control-provisión de servicios de calidad en las informaciones.
Carlos Cossío es sociólogo.