El Estado es una condición, una cierta relación entre seres humanos, una forma de comportamiento humano; que destruimos estableciendo otras relaciones, comportándonos de manera diferente, con uno y con el otro” (Gustav Landauer).
lunes, 16 de mayo de 2011
EL “PACTO MILITAR CAMPESINO” COMO PACTO DE RECIPROCIDAD ENTRE ESTADO Y COMUNIDAD ANDINA
Cesar Soto en su bien escrito texto “Historia del pacto militar campesino. Entre la subordinación y la reciprocidad” sigue la huella de Tristán Platt acerca del pacto de reciprocidad entre las comunidades aymaras, en el estudio de Platt el norte de Potosí, y el estado colonial. Afirma que esta relación ya fue establecida por el estado inca. Con el estado colonial, esta relación se reproduce a través del tributo.
Soto considera esta relación de ida y vuelta, donde las comunidades no son actores pasivos:
“…la comunidad como tal, en un mecanismo de feed back (Levy Strauss) propone de alguna manera al estado colonial un nuevo modelo de reciprocidad; solo le pide que no le quite sus tierras, lazo de reproducción material y lazo ideológico-simbólico que lo liga a la tierra y al mundo. Solo le pide el reconocimiento de su derecho comunal a la tierra”. (pp 53).
La revolución de abril de 1952, “puede ser visto como un gran pacto social entre el campesinado y el estado, un pacto de reciprocidad por el cual el estado practicaba el don (la tierra) y por su parte el campesinado ofrecía el servicio” (pp. 57). Durante el gobierno del Gral. René Barrientos esta relación se traducirá en el pacto militar campesino:
“Fue Barrientos quien llevó este pacto Estado/campesinado a su rostro más crudo, a la sujeción estatal más profunda que haya experimentado el campesino a lo largo de su historia de explotación. Esta sujeción se llamó “Pacto Militar-Campesino” y estaba mostrando en su propio nombre como el Estado del 52 en su núcleo represivo había llegado a controlar de manera decisiva a las masas campesinas” (pp. 60).
Volviendo al norte de Potosí, a fines del S XIX los ayllus resistieron al intento del estado de modificar la relación con estos a través de la eliminación del tributo y “modernizar” las sociedades indígenas, pero Soto ve el movimiento como un movimiento conservador antes que anti estatal; refiriéndose a la revisita de funcionarios de estado en la región nortepotosina a fines del S XIX señala:
“La oposición que desató esta revista debe ser entendida más como una resistencia a quebrar un orden tradicional, que como resistencia anti-estatal a proseguir los servicios y prestaciones. En realidad era el mismo Estado que amenazaba romper unilateralmente este milenario pacto y con ello corría el serio riesgo de perder su legitimidad” (pp. 54).
Si entendemos que el Estado es una relación social (Landauer), los ayllus nortepotosinos negocian que la presencia del estado sea la menor posible, reduciendo los efectos de poder de esta relación de dominación. Desde esa perspectiva es una lucha anti estatal, pues busca reducir la presencia del estado en la vida social y cotidiana de la comunidad, por tanto reproducir niveles de autonomía colectiva.
Fuente:
Soto, Cesar (1994) Historia del pacto militar campesino. Entre la subordinación y la reciprocidad; Cochabamba: CERES.70 pp.
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