miércoles, 9 de enero de 2019

"Cuando la revolución se convierte en el Estado, vuelve a ser mi enemigo": extracto de una entrevista con James C. Scott


Ahora estoy trabajando en el río Irrawady. Los ríos nos cuentan lo que el Homo Sapiens y los Estados hacen a los fenómenos naturales en el mundo. La ingeniería y el represamiento muestran cómo los humanos trabajan, violan el movimiento de la naturaleza o las aves migratorias y también cómo los humanos dan forma a las tierras. El río Irrawady es la autopista de la cultura birmana. Puedes subir y bajar kilómetros y aún encontrar la misma cultura. Pero si vas 20 millas hacia las colinas, es una cultura completamente diferente.

Las culturas se cementan con el agua, como mostró Fernand Braudel con su trabajo en el Mediterráneo. La integración a través de las aguas forma el conocimiento de unos a otros. En 1800 antes del barco de vapor, era más rápido ir de Londres a Sudáfrica, que por diligencia de Londres a Edinburgo, por lo que la gente viajaba por mar.

Los mapas nos engañan y es por eso que las juntas de agua son cruciales. Los estados antiguos siempre se construyen cerca de ríos, costas o planicies aluviales, lo que permite la agricultura (agricultura en terrazas, por ejemplo) y la independencia de otros sistemas.

P: Hablando de agua, ¿cómo vería a los grupos que intentan escapar del sistema estatal contemporáneo, como los piratas, algo que se discute en Zomia, el libro que escribió acerca de la gente de las montañas que escapan del Estado en todo el sureste de Asia y el Himalaya?
J.S .: ¡Si tuviera otra vida, trabajaría en la Zomia húmeda! Los pantanos, las marismas y las costas de manglares son lugares donde las personas huyen y se esconden todo el tiempo.

Veamos los cimarrones del tenebroso Gran Pantano, en la frontera de Carolina del Norte y el norte de Virginia en los Estados Unidos. Al comienzo de la guerra civil, eran 7.000 esclavos fugitivos que vivían en los pantanos. Muchos nacieron allí sin haber visto nunca a un hombre blanco. Algunos no pudieron llegar a Canadá, así que fueron al pantano para que nadie pudiera encontrarlos. Los pantanos tenían mucho que ofrecer: caza y recolección, así como la cultura del maíz.

En las aguas de Malasia vemos patrones similares. El Orang Laut, los gitanos del mar, han estado huyendo del Estado gracias a sus barcos. De vez en cuando trabajaban como mercenarios marinos o "corsarios", vendiendo sus servicios a los sultanes malayos, pero estaban libres del Estado Nación. También viajaban y vivían de una manera casi imposible de rastrear.

Los océanos, al igual que las colinas, son espacios abiertos que dificultan a los Estados el reclutamiento, imponer impuestos o limitar su libertad.
(2018)
Traducción: CCF

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