MINISTRO ROMERO: LA CONSULTA NO ES VINCULANTE
El ministro de la presidencia Carlos Romero ha anunciado que a través del ministerio de OOPP se ha invitado al diálogo a los pobladores del TIPNIS, “a fin de evitar la marcha anunciada para el próximo 2 de agosto...EN EL MARCO DEL Convenio 169 de la OIT” (OP, 21,VII/11)”, pero aclaró “que el Ejecutivo apelará al mandato constitucional de la consulta, pero reiteró que ésta no es de carácter vinculante, por lo que los indígenas no pueden vetar la ejecución del proyecto carretero en su territorio (LT, 21/VII/11).
El espíritu del convenio 169 de la OIT es justamente su carácter vinculante, como bien saben los funcionarios de gobierno, pero no les interesa aclararlo; de hecho, se podría afirmar que el gobierno boliviano engaña a la comunidad internacional cuando en estos escenarios defiende este convenio a nombre de los indígenas, pero internamente lo incumple. De que sirve la consulta si no existe la certeza de acatarla? Más aún, la consulta tiene un tiempo límite, agosto, periodo donde se iniciaran obras “quieran o no” los indígenas, como ha dicho el presidente Evo Morales.
Por otro lado, “según la autoridad gubernamental, con este proyecto se pretende vincular la gestión de la territorialidad indígena a los proyectos de desarrollo regional y nacional con apertura de nuevos mercados para que puedan ofertar sus productos y artesanías hacia otras zonas del país” (OP,21/VII/11). Romero repite el slogan civilizatorio de “integrar” a los indígenas al estado nación y la modernidad, y como “buenos salvajes” puedan vender sus “artesanías”. Finalmente, el ministro Romero muestra un optimismo nato cuando señala, frente a la advertencia de avasallamiento de las comunidades del TIPNIS por parte de colonizadores y cocaleros, cuando señala que “se pueden evitar este extremo penalizando cualquier asentamiento externo en zonas estratégicas”. Que capacidad ha mostrado hasta ahora el gobierno para detener el ingreso de productores cocaleros al TIPNIS? Ninguna. Más aún, el proceso de expansión de la frontera agrícola hacia el territorio indígena y parque nacional es promovido por los liderazgos cocaleros, del cual el presidente Evo Morales es también su “presidente”.
ORGANIZACIONES SOCIALES DIVIDIDAS EN RELACION AL TIPNIS
El TIPNIS está dividiendo a las organizaciones sociales afines al proceso de cambio. La secretaria General de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia – Bartolina Sisa (CNMCIOB-BS), Felipa Huanca, señaló que esa organización rechaza la movilización de los pobladores del Territorio Indígenas Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) en contra de la construcción del segundo tramo de la carretera Villa Tunari – San Ignacio de Moxos. Según la dirigente campesina, antes se debe acudir al diálogo con el gobierno. “Nosotros ninguna movilización aceptamos las Bartolinas. Cuántas veces hemos dicho que el diálogo es importante. Marchar, eso nos perjudica (…) es su decisión (marchar) pero primero es el diálogo”, reiteró Huanca. Igual posición, sostienen miembros de las Seis Federaciones de Productores de Coca del Trópico de Cochabamba.
Mientras que Faustino Challapa, representante de los Ayllus de Cochabamba del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ), adelantó que esa organización indígena se sumará a la marcha de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) en defensa del TIPNIS, prevista para agosto. “La CONAMAQ nacional y departamental hemos ratificado que apoyamos a los hermanos del TIPNIS y no a la construcción de la carretera Villa Tunari – San Ignacio de Moxos”, puntualizó a radio Pio XII de la Red Erbol. (Erbol, 20/VII/2011).
Ojalá que la emergencia del TIPNIS promueva una discusión al interior del movimiento campesino e indígena sobre temas fundamentales como la cooptación que han sufrido por parte del gobierno nacional que les impide tomar decisiones autónomas, sobre los efectos de la estrategia del “gran salto industrial” sobre el hábitat de poblaciones indígenas y regiones ecológicas sensibles, por ejemplo.
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