miércoles, 14 de septiembre de 2016

LA GRAN SEQUÍA DEL 2016. Entrevista a Humberto Gandarillas


Humberto Gandarillas es uno de los más antiguos y experimentados profesionales trabajando el tema agua en Cochabamba. En una reciente entrevista con la revista Decursos del CESU, entre los temas que platica se halla su percepción de la sequía este año y sus implicaciones. La versión completa de la entrevista será publicada en el próximo número de la Revista.

DECURSOS: Cuál es su valoración sobre la sequía, Humberto?
HUMBERTO GANDARILLAS: Este año es terrible, nunca he visto una sequía tan grave, es la peor que he visto en mi vida, solo falta que “nos venga a mear un perro”, es terrible.

D: La del 82-83 ha sido grave también...
HG: Ha sido grave en las zonas un poco más altas, pero no ha sido tan grave en los valles ni en el oriente; en el oriente hubo inundaciones ese año, recuerdo que yo llegué cuando se desbordó el rio Pirai, en cambio este año la sequía ha afectado incluso en el oriente.

D: Los ríos están bajísimos...
HG: Los cambas están llorando porque no han podido producir la producción de invierno, no ha habido este año casi producción de invierno, es una sequía terrible, no ha habido parangón, y todavía no vamos a sentir los efectos. Estamos en agosto, imagínate en octubre, por agua nos vamos a matar.

D: Este es el riesgo, no?
HG: Es terrible, es que estamos demasiado atrincherados en nuestros propios proyectos, de nuestras propias soluciones. Ahora han aparecido mesías de todos lados, que dicen “hay que bombear Corani, hay que hacer que Misicuni, que hay que poner en marcha, que hay que hacer esto”. Yo francamente no le creo a ninguno. Tenemos que sentarnos fríamente, decirnos “este año está jodido”, hay que mirarlo así. No vamos a resolver el problema, andá a ver Corani, no tiene agua; andá a ver Paracti, no tiene agua, el Ivirizu no tiene agua: de dónde diablos van a bombear lo que dicen que van a bombear. Le van a quitar agua al que genera energía, y sin luz vamos a estar después, hay que serenarse.

Hay que ver todo de arriba, vuelo de águila, haber dónde puede estar el agua y cómo podemos solucionar nuestros problemas en conjunto, como podemos retomar algunos elementos que están basados en nuestra cultura. Es, por un lado una crisis terrible, y por otro es una oportunidad de que resolvamos ahora los problemas de agua, pero sin alocarnos; intentar encontrar calma es imposible, resolver la sequía no la vamos a resolver, aunque se metan a meter plantas de bombeo, mientras las construyen ya van a empezar las épocas de lluvias, y hasta eso, que? Es como querer arreglar tus goteras cuando está lloviendo, no puedes. Ahorita necesitamos serenidad. Nosotros hemos propuesto al Vice ministerio de Riego lanzar un programa de revitalización del riego: ahora ya nadie va a solucionar sus problemas, pero hagamos una campaña de identificar dónde hay riego, donde hay cositas menores que pueden contribuir a mejorar el próximo año el uso más eficiente del agua, hagamos eso ahora. Qué van a lograr haciendo 20 o 30 pozos? nada, solo vas a depredar más.

Ahorita, debe haber una campaña de conservar la poca agua que hay, debería ser en la TV, en la radio, “no tire el agua”, “conserve el agua”, y no decir “yo tengo la solución, hay que bombear”: hasta que hagas tu proyecto, hasta que implementes, ya está lloviendo, y ya para que? Hay que hacer el esfuerzo de usar menos, de vivir con eso y aguantar el temporal, no le veo salida.



jueves, 8 de septiembre de 2016

CAMC CONTRATA SEGURO PARA JERARCAS DE LA EMPRESA MISICUNI

Carlos Crespo F.
Julián Pérez
CESU – UMSS
2016

La asambleísta departamental Lizeth Veramendi ha denunciado el contrato de póliza de seguro de accidentes, con la empresa La Boliviana CIACRUZ, realizado por la empresa china CAMC, no solo para sus trabajadores, sino también para los jerarcas de la empresa Misicuni. Tiene como respaldo fotocopias de la lista de beneficiados con el seguro, así como certificados de cobertura individual para altos funcionarios de la empresa. Los seguros cubren el periodo entre el 12 de febrero de este año y el mismo día del 2017. La misma información también llegó al CESU, por lo que se puede afirmar la veracidad de los documentos.

Es legal esta práctica, que la empresa contratada asegure también a su contratista? El contrato con CAMC establece que la empresa china puede obtener “coberturas de seguro sobre daños a terceros”, y la empresa Misicuni no es un “tercero”, por lo cual sin duda existe un hecho irregular que debe ser aclarado. Por lo menos no es ético, estético ni transparente –de hecho, no nos hubiésemos enterado si no aparecían los mencionados documentos.

Más aun, los montos del seguro de accidentes son abismalmente diferentes dependiendo de quién estamos hablando. Mientras para los trabajadores de CAMC, el seguro de vida es 5000 $US, para los funcionarios de Misicuni oscilan entre 15000 para funcionarios de mediana jerarquía, a $US 60000 para gerentes, como los Ings. Alvarado, Anaya, Cabrerizo. Se entiende que el monto de este seguro debe estar relacionado con los riesgos a los que está expuesto el trabajador; en este caso, los que debieran tener un monto mayor son los trabajadores y funcionarios que están en la presa, inmersos en riesgos cotidianos, antes que los funcionarios principalmente de oficina, como es el caso de la empresa Misicuni. El Ing. Alvarado, en reiteradas oportunidades menciono que las condiciones climatológicas en la zona eran extremas, con “nevadas y lluvias fuertes” a los que estaban expuestos los trabajadores.


Ante este cuestionamiento, el presidente de Misicuni señala que su trabajo de viajar hasta la presa por lo menos dos veces a la semana, lo expone a mayores riesgos, debido a la mala calidad del camino. Grave, pues la ruta debiera ser mantenida por la empresa contratista o la misma Misicuni, lo cual habla de un problema de gestión. Por otro lado, cómo valorizamos el riesgo? Cuál es el valor de la vida? Quien decide sobre ello? Los jefes, como en este caso?

UMSS: LA POLÍTICA POR ENCIMA DE LA ACADEMIA

                                                                                             Carlos Crespo Flores

Existe una crisis en la Universidad Mayor de San Simón? Para los frentes tradicionales que se han disputado y distribuido el poder en la UMSS estos años, y hoy pugnan por el trono rectoral, la respuesta es negativa, pues solo se trata de mejorar deficiencias y enfrentar “externalidades” de la gestión universitaria.

Por el contrario, afirmo que San Simón está atravesando por la mayor crisis de su historia y la paralización total de actividades durante cuatro meses el pasado año, ha sido nada más que una dolorosa arista. Son grupos que se disputan espacios de poder, corporativizados, y han capturado la academia también como un coto de caza

Es que la finalidad principal de la universidad, el conocimiento, el saber, ha sido desplazada por la política, el poder. Al respecto, en una encuesta de las 3 grandes áreas metropolitanas de Bolivia del Foro Regional, diseñada y ejecutada por Ciudadanía en sociedad con CERES y Los Tiempos, en la sección dedicada a la universidad pública, se pregunta “Una de las funciones más importantes de la universidad es la generación de opinión pública -experta y crítica- sobre problemáticas centrales en nuestra región. ¿A qué cree usted que se debe el silencio de la universidad sobre estos temas”? El 69 % considera que la razón es que los intereses políticos son más fuertes que los académicos.

Ejemplo uno, un reciente congreso departamental del agua, impulsado por un centro de investigación de San Simón, que ignoró a otros similares e investigadores con gran experiencia en el tema, simplemente por no ser del grupo político hoy en el poder universitario. Ejemplo dos, un rector de no muy agradable memoria, prohibió que la UMSS estructure un equipo técnico de seguimiento del proyecto Misicuni, por no pelearse con el gobierno de “los movimientos sociales”, del cual era parte.

Hay quienes recuerdan aun la época cuando los rectores de San Simón eran profesionales de la talla de Ricardo Anaya o Arturo Urquidi, abogados con orientación sociológica que investigaron y publicaron textos de mucha influencia en el pensamiento social boliviano de entonces. Eran académicos que habían llegado a su cargo de rector producto de este prestigio intelectual. Paulatinamente este ethos fue decayendo en pro de un criterio político partidario, de tal manera que hoy el candidato a rector es elegido por su capacidad de liderazgo/caudillismo dentro una estructura política jerárquica y altamente autoritaria, en muchos casos relacionado con partidos políticos.

Asimismo, docentes extraordinarios que para garantizar su fuente laboral mantiene una relación de servidumbre voluntaria frente a estos líderes y poderes corporativos; en San Simón, si no eres parte de una red de protección clientelar careces de estabilidad en tu puesto de trabajo.

Que hacer para reducir la contaminación de la academia con estas prácticas políticas?

1. Es preciso reducir el poder de los gremios y los políticos, sujetos que hoy definen la agenda académica de la UMSS. Debe ser la comunidad universitaria, los “actores primarios” como llama Nelson Ferrufino, vinculados a la formación, investigación, interacción, quienes deben construir e implementar tal estrategia.

2. “Deslectoralizar” la gestión universitaria, una fuente de clientelismo político. No necesitamos elegir jefes de carrera, por ejemplo; al ser una tarea administrativa, esta puede ser una actividad rotatoria que puede ser ejecutada por los docentes a tiempo completo.

3. La cohesión institucional debe estructurarse desde el saber, en la relación docente – alumno, antes que desde la política y sus rituales.

4. Defender la autonomía universitaria como el bien más preciado, pues solo ella garantiza la libertad de cátedra, la independencia del saber frente a todo tipo de poder, por más popular, plurinacional que sea.

Finalmente, una entidad académica autónoma como la universidad tampoco puede subordinarse a demandas coyunturales externas, sino más bien, desde su autonomía, tomar en cuenta las necesidades del entorno en el que interviene e interactua, y estas no necesariamente son económicamente rentables como proponen ciertos discursos neoliberales de la educación, como el enfoque orientado a las competencias; bajo ese argumento, hoy la Universidad Complutense de Madrid está a punto de cerrar las carreras de Filosofía e Historia.