viernes, 18 de enero de 2013

GUSTAV LANDAUER (1870-1919) EN SUS PALABRAS

"Uno puede tirar una silla y destruir un vidrio; pero son habladores ociosos e idólatras crédulos de palabras quienes consideran al estado como una cosa o como un fetiche que se puede aplastar para destruirlo. El
Estado es una condición, una cierta relación entre seres humanos, una forma de comportamiento humano; que destruimos estableciendo otras relaciones, comportándonos de manera diferente, unos de otros”.

“Un día se darán cuenta que el socialismo[1] no es la invención de algo nuevo, sino el descubrimiento de algo en los hechos presente, de algo que ha crecido”.

"Somos el estado, y continuaremos siendo el estado hasta que hayamos creado las instituciones que formen una comunidad y sociedad real de hombres”.

"...La realización del socialismo es siempre posible si un número suficiente de gente lo quiere. La realización depende, no del estado tecnológico de las cosas, a pesar que el Socialismo cuando se lleve a cabo por supuesto que parecerá diferente y se desarrollará diferente de acuerdo al estado de la técnica; depende de la gente y de su espíritu... El Socialismo es posible e imposible todo el tiempo; es posible cuando la gente adecuada está allá para quererlo y realizarlo; es imposible cuando la gente sea no lo desea o solo supuestamente lo desea, pero no son capaces de hacerlo”.


“Mi casa, mi esposa y mis hijos – mi mundo! En este sentimiento, en esta solidaridad exclusiva, esta unión voluntaria, esta pequeña y natural comunidad, todos los organismos más grandes emergen."

“La sociedad capitalista, representada por el estado actual, se adapta maravillosamente a las condiciones cambiantes, integrando al proletariado a través del desarrollo de la legislación social causando su degeneración, más que orientarla a una sociedad socialista. Por el contrario absorbe a los socialistas, haciendo su ideología superflua”.

“La forma básica de cultura socialista es la liga de comunidades con economías y sistema de intercambio independientes. La sociedad es una sociedad de sociedades.”

“El enorme peligro está en que el caos y la imitación se apoderen también de los revolucionarios y los conviertan en filisteos del radicalismo, de la palabra sonora y de la conducta violenta; en que no sepan o no quieran saber que la transformación de la sociedad sólo puede operarse en el amor, en el trabajo, en la calma.

“…no hay que edificar el nuevo mundo con las causas de los hombres, sino con ellos mismos.”

“Y ese Estado, que por lo demás no es nada, y que, para ocultar ese nada, se viste engañosamente con el manto de la nacionalidad, y esa nacionalidad, que es una cosa delicada, espiritual entre los hombres, mixtificadoramente ligada a una comunidad de tierra, que no tiene nada de común y que no existe; ese Estado, pues, quiere ser un espíritu y un ideal, un más allá, un algo incomprensible, por el cual millones han de matarse entusiastamente y embriagados de muerte

Y como nosotros no tenemos que contribuir aquí a la adulación villana y artera del proletariado; como el socialismo quiere suprimir al proletariado y, por. tanto, no necesita encontrar que es una institución singularmente benéfica para el espíritu y el corazón de todos los afectados (para las naturalezas grandes y dotadas aportará ciertamente, como toda penuria y todo obstáculo, un cargamento pleno de beneficios; y es de esperar siempre que la privación y el vacío interior, que son una especie de disposición y de colmabilidad, de receptividad de carga, llegado el gran momento conducirá n a masas enteras al salto cerrado, a la genialidad de la acción), por eso debe decirse aquí una vez más: puede venir sobre el proletariado como sobre cualquier pueblo el milagro, es decir el espíritu, pero con el marxismo no ha llegado el milagro pascual ni el fenómeno de las lenguas, sino la confusión babilónica y la flatulencia, y el profesor proletario, el abogado proletario y el jefe de partido; esa es la verdadera caricatura de la caricatura que se llama marxismo, la especie de socialismo que se tiene por científico.


Pues la tarea es ésta: no desesperar del pueblo, pero no esperar al pueblo. El que satisface al pueblo que lleva dentro, el que por ese germen no nacido y esa forma apremiante de la fantasía se une con sus iguales para convertir en realidad lo que se puede llevar a la realización del cuadro socialista, ése se aparta del pueblo para ir al pueblo.

Publicado originalmente en el Boletín de la Sociedad de Amigos contra el Estado (2012). Volumen 2, No 3. Pp 6-7.



[1] Landauer utiliza indistintamente socialismo como anarquismo.

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