El Estado es una condición, una cierta relación entre seres humanos, una forma de comportamiento humano; que destruimos estableciendo otras relaciones, comportándonos de manera diferente, con uno y con el otro” (Gustav Landauer).
miércoles, 27 de julio de 2011
ZONAS AUTONOMAS COMO ESTRATEGIA
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“Así como el lagarto escoge las más bellas hojas para dejar sus huevos,
así el sacerdote lanza su maldición sobre las alegrías más bellas”
(William Blake, Proverbios del Infierno)
Hay algo que debe ser dicho sobre los libertarios del S XX. Aunque el anarquismo se base en el principio del anti-dogmatismo, un número considerable de anarquistas en este siglo canonizaron ciertas proposiciones tácticas propuestas por autores del siglo pasado (XIX) a la calidad de sacro-santos dogmas!
Esta actitud dogmática persiste en este inicio del siglo XXI, con etiquetas y divisiones cultivadas entre los anarquistas -anarquismo social vs anarquismo como estilo de vida. Sus perpetradores quieren hacer creer que los anarquistas del pasado eran casi todos afiliados a una de las corrientes siendo la otra una consecuencia de lo que llaman “posmodernidad” o “culturalismo”.
Como dijo cierta vez Borges, la historia está hecha de olvido y memoria, y anarquistas notables en el siglo XIX -entre ellos Oscar Wilde, Michel Zevaco, Zo d'Axa y Emma Goldman –tienen sus contribuciones negadas y están convenientemente lanzados al olvido. Entre los purgados del siglo XX están Lewis Call, Bob Black y Hakim Bey.
La purga de este último autor es quizá lo que proporciona preguntas más interesantes a ser pensadas. No fueron pocos los que se opusieron a la idea planteada por Bey de las Zonas Autónomas, entre ellos Murray Bookchin, un monstruo sagrado del anarquismo del siglo XX, cuyas contribuciones (como el municipalismo libertario y la ecología social) tienen un impacto considerable en los medios anarquistas de nuestros días.
En el texto "Crítica del anarquismo como caos"(*), Bookchin presenta su lectura de la obra de Bey, invitando a los compas a leer textos como Zona Temporalmente Autónoma, para que saquen sus propias conclusiones. Al mismo tiempo Bookchin universaliza sus certezas. La Zona Autónoma es un fin en si mismo, tan efímero e insignificante, algo muy adecuado para las generaciones de los 1970, una actualización de “hipongagem” que se alejó de la revolución en cuanto medio y fin de la transformación del orden social
Por lo general, quien conoce más profundamente la obra Hakim Bey, comprende la zona autónoma como una táctica de liberar espacios y subjetividades. Un espacio-tiempo con efectos anarquizantes, aquel momento de vivencia específico por los cuales todos los anarquistas pasan en su constitución, el placer de relacionarse con los demás sin dominar ni ser dominado, que da sentido a una vida de lucha por algo que podría por sí solo ser considerado revolucionario, en la medida que fuese tornándose algo más común y generalizado.
"Adoro inventar hordas, tribus, los orígenes de una raza... Regreso de mis tribus. Por ahora, soy hijo adoptivo de quince tribus, ni una más, ni una menos. Y son mis tribus adoptivas, porque las quiero a todas más y mejor que si hubiera nacido en ellas".
(Deleuze e Guattari, Mil Mesetas, pág. 18)
(*) Este artículo es un capítulo del libro Anarquismo Social o Anarquismo de Estilo de Vida: un abismo intransponíble.
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