jueves, 12 de diciembre de 2019

LA CICLOVÍA COMO CORREDOR BIOLOGICO URBANO -Carlos Crespo Flores



El origen de la ciclovía en la zona norte de la ciudad de Cochabamba, es ambientalmente deplorable. Para su construcción, un alcalde de triste memoria hizo tapar uno de los canales de riego de la Angostura. En una época de desertificación, donde la ciudad requiere recuperar la humedad, fue una pérdida irreparable.

A pesar del desastre, con los años, a lo largo de la ciclovía se ha estructurado una masa arbórea y arbustiva que acoge a una importante biodiversidad valluna de flora y fauna, así como especies de aves migrantes de otros ecosistemas/pisos ecológicos. Este rasgo es alimentado por numerosas plazas, parques, casa particulares con espacios verdes en el entorno a la ciclovía, donde la vida se reproduce con pasión. De ahí que sea loable la defensa de los vecinos del parque Fidel Anze para conservar el área como espacio público arbolado.

Al mismo tiempo, la ciclovía opera como un corredor biológico dentro un espacio urbano, pues no solo es hábitat de biodiversidad, incluyendo cuerpos de agua que emergen o son parte del paisaje, sino que conecta habitats: el parque Nacional Tunari con el cerro San Pedro y la laguna Alalay, para mencionar un ejemplo.

Para los seres humanos también es un corredor, pues permite desplazamientos de un hábitat (domicilio) a otro (trabajo). Una fauna de empleados, albañiles, jardineros, fabriles, deportistas, estudiantes, niños, mujeres, con o sin bicicleta, circulan con fruición cotidianamente. La conectividad de la ciclovía es muy visible. Asimismo, hace posible satisfacer necesidades de ocio, entretenimiento o subsistencia.  Más aun, la ciclovía es un espacio no segregado, de acceso universal, por tanto diverso. Opera por tanto como un espacio abierto que conecta (Richard Sennett).

Como todos los espacios verdes de la ciudad, en el último tiempo la ciclovía muestra signos de abandono y olvido. En determinados lugares, la cobertura vegetal ha sido vandalizada, a pesar del esfuerzo de los trabajadores municipales por mantener limpio el lugar, la basura está a lo largo de la ruta y el entorno inmediato, los túneles son letrinas clandestinas y tienden a inundarse, no existen señalizaciones, las motocicletas lo utilizan como vía de escape al tráfico.

En la ciudad de Cochabamba existen otros espacios que ya funcionan como corredores biológicos: parques y plazuelas del municipio, las torrenteras que han sobrevivido al cemento, avenidas con arbolado como el Prado o la Beijing. Hay otros, que pueden convertirse en corredores, como ser las demás ciclovías, el canal de riego de La Angostura, los canales hoy tapados y/o cubiertos con cemento. Estudiarlos, implementarlos, protegerlos, constituye un hermoso desafío ecológico para académicos, vecinos, gobierno municipal.


ZAVALETA HA MUERTO -Carlos Crespo Flores



 El pasado año, Juan Perelman, editor del periódico anarquista Combate, en un conversatorio señalaba que la defensa de las libertades democráticas hoy, se convertía en el tema central de las luchas sociales en el país, pues lo que se venía con Evo Morales era una dictadura con sabor venezolano cubano. Buena parte del auditorio, principalmente jóvenes, cuestionaron la postura de Perelman, considerándola conservadora, poco acrata para decirlo menos, pues el anarquismo ha criticado históricamente la democracia. Cabe aclarar que una de las fuentes del anarquismo es el liberalismo, y aunque ha sido crítico de todas las formas de democracia política, considera que es mejor un régimen democrático a una autocracia o dictadura (Marshall, 1992/2008).

Perelman de alguna manera continuaba a Filemón Escobar (habían sido camaradas en algún momento), quien desde fines de los 70's, en su condición de dirigente minero  y miembro de Vanguardia Obrera, defendía la tesis de que en la historia del movimiento obrero boliviano, dada la saga de dictaduras o gobiernos autoritarios, las "coyunturas democráticas" constituían momentos potencialmente emancipatorios. Mientras en las dictaduras solo eran posibles luchas defensivas o de resistencia, en los tiempos democráticos y sus libertades, que en Bolivia son cortos decía el “Flaco”, es donde se obtienen conquistas sociales, se fortalece el campo "popular". De ahí que, mientras toda la izquierda, se hallaba entre "voltear" a la presidenta Lidia Gueiler para instaurar una “dictadura obrera campesina”, o apostaba por el show electoral de entonces, Escobar proclamaba que se debían defender las libertades democráticas, y llamaba a la COB a liderizar este proceso, pues luego de Gueiler, se avecinaban los militares y no la revolución obrera. Lo acusaron de reformista, "vendido a la derecha". Meses después García Meza llevaba al país a la oscuridad del terror.

El golpe de Estado del 20 de Octubre, para encaramar nuevamente a Evo Morales en el gobierno, a través de un monumental fraude, culminó, como se sabe en una revuelta ciudadana y la posterior renuncia de Evo y Álvaro.  Como opositor del gobierno azul, Filemón estaría feliz con la gesta boliviana.

He sido uno más de la marea ciudadana, principalmente juvenil, contra el régimen masista, más grande en escala y magnitud que todas las sublevaciones y revueltas previas. Por su importancia histórica, diría que es aún mayor que la del 52', pues por poco nos hemos librado de seguir los pasos de las dictaduras de Venezuela, Nicaragua o Cuba. La nuestra ha sido una revuelta preventiva.

El tema central de esta movilización era la democracia y sus libertades, su defensa por encima de todo, frente al gobierno autoritario de Evo, en proceso de convertirse en una dictadura, arropado en una ideología izquierdista, y legitimado por una elección fraudulenta. Afirmo autoritario, con dos ejemplos:
-          Durante el periodo neoliberal, los pueblos de tierras bajas conquistaron, con lucha y negociación los más de 30 territorios indígenas hoy existentes (las TCO’s); asimismo, lograron normas ambientales para regular el extractivismo minero, hidrocarburífero y forestal, como reglamentos de evaluación de impacto con participación social o la consulta pública. Con el gobierno de los “movimientos sociales”, los indígenas no consolidaron ninguna TCO nueva, más bien se abrió paso a la explotación extractivista y la colonización en los territorios indígenas existentes y áreas protegidas. Las normas y reglamentos que protegían a estos pueblos indígenas fueron flexibilizados, hasta convertirlos en meros formularios burocráticos.
-          Luego de la Guerra del Agua (2000), se estructuró un sólido movimiento nacional del agua, con alta capacidad no solo de movilización, sino también propositiva. Todo esta oleada fue neutralizada y cooptada por el gobierno de Evo, el tema agua fue subordinado a las políticas coyunturales, comunicacionales y clientelares del presidente (Mi Agua, Mi Riego), con un ministerio del Agua subordinado e incompetente. La autonomía de los sistemas autogestionarios de riego y agua, fue seriamente deteriorada.

En ambos ejemplos, los representantes fueron perseguidos, criminalizados, sus organizaciones divididas, cooptadas, corrompidas. Como en los periodos dictatoriales, con Evo Morales, estos sectores sociales, principalmente se dedicaron a defenderse de la agresión del Estado plurinacional o tratar de reorganizarse. A diferencia del periodo neoliberal, donde las organizaciones sociales, particularmente indígenas podían negociar con los poderes estatales, como parte de estrategias de resistencia, durante el régimen masista ello no era posible, menos construir acuerdos, pues el principio del gobierno era adecuarse y aceptar la hegemonía plurinacional.

La izquierda marxista mundial en sus distintas creencias (lastimosamente incluyendo parte del movimiento anarquista), quienes en estos 14 años vieron en Evo la expresión por excelencia de la reivindicación indígena y la resistencia anticapitalista mundial, viralizaron el discurso de que en Bolivia había un golpe de estado cívico militar, bajo hegemonía de la ultraderecha más racista.

Es la misma izquierda, cohesionada en el “foro de San Paolo”, que hoy defiende las dictaduras  venezolanas, nicaragüenses, o regímenes corruptos como Lula, Correa y los Kichner; que antes mantuvieron silencio frente al castrismo y justificaron los campos de concentración stalinistas y el genocidio maoísta. Son los que mataron a Durruti en la España republicana. En el caso de Bolivia, el MAS contó con el soporte de intelectuales locales (Fernando Mayorga, Pablo Stefanoni), periodistas adheridos al "plurinacionalismo" (Fernando Molina), “think thanks” académicos latinoamericanos (CLACSO), ONGs que habían bebido del gobierno masista (Andean Information  Network). Los llamados "amarrawatos" del saber.

Como Filemón y Juanito, fui destrozado, junto con otros compañeros, por gran cantidad de amigos y colegas, autodefinidos como de izquierda; calificado como “traidor”, “pro golpista”, “defensor de la ultraderecha, racista”. Lo que no se dan cuenta todos ellos, es que Zavaleta ha muerto. Con la caída de Evo Morales, el discurso histórico de la izquierda boliviana, que ha operado en Bolivia desde hace 80 años, en el cual yo mismo he sido entrenado, está difunto, espero por un buen tiempo. Se aferran de un cadáver maléfico. Porque nos hemos librado de una ideología zombi que ha hecho mucho daño al país, que introdujo un discurso cerrado de odio, resentimiento y autoritarismo,  debemos felicitarnos.

Cuáles son estas ideas que la izquierda boliviana las ha pregonado, y el gobierno de Evo Morales las ha operacionalizado, fracasando estruendosamente? Menciono algunas importantes[1].
-          El sueño teleológico del comunismo. Hay un sentido en la historia que nos lleva ineluctablemente a la utopía comunista, que puede tener otras denominaciones, en el Estado plurinacional se llama “buen vivir”. Tal mitología no existe; no hay futuro, el desafío es construir, hoy, otro tipo de relaciones sociales, la sociedad que deseamos, fuera del horizonte estatal. Pero, la izquierda boliviana no lo sabe, el MAS menos. Como dice el palíndromo de Turi Torrico, EVO NO VE 
-          La idea de que la revolución pasa por construir un Estado fuerte, centralista, que planifica de arriba abajo; que controla economía a través de empresas estratégicas. Un estado que subordina a la gente a través del control de la seguridad alimentaria, el empleo, los servicios sociales, los subsidios. En un sistema cerrado y autoritario, no hay autonomía, iniciativa propia. Todo el  territorio, las instituciones, se hallan sometidas al poder estadocéntrico y el partido único. Álvaro García Linera se jactaba que, a diferencia de periodos previos, con el gobierno de Evo por fin el Estado había llegado a todo el territorio nacional y administraba a toda la población. El Estado administra la vida: es la biopolítica del poder en su máxima expresión.
-          Los enfoques industrialistas y extractivistas de la revolución social. "El gran salto industrial" del cual hablaba el Plan Nacional de Desarrollo, es la traducción de la tesis stalinista de que "el comunismo es industrialización a marchas forzadas”. Zavaleta, Quiroga Santa Cruz, Almaraz y todo el espectro izquierdista creían en este mito, y el MAS intentó reproducirlo. Para ello, la explotación intensa de la naturaleza y sus recursos, es justificable, pues de sus resultados se beneficiaran todos. Ampliación de la frontera agrícola sobre áreas protegidas, territorios indígenas, que al mismo tiempo son abiertas a la explotación extractivista, mega presas hidroeléctricas,  agronegocios, energía nuclear, todo sirve.
-          La idea de un partido dominante hegemónico, que vanguardiza el proceso. Bajo estos criterios se organiza el aparato público, la administración gubernamental. En este escenario, las libertades democráticas son restringidas. Pensar diferente es castigado y perseguido. El MAS no cree en el pluralismo.
-          “El fin justifica los medios”. Para esta izquierda cualquier recurso para tomar y reproducrise en el poder es válido: guerrilla, fraude, “fake news”, hasta participar del juego electoral en la democracia liberal. Asimismo, una izquierda “caviar” que separa el discurso de la práctica: así, radicalismo de la palabra y estilo de vida burgués, machista, no es visto contradictorio. La coherencia de medios y fines es algo alejado de las prácticas izquierdistas criollas.
-          Una izquierda anti indígena; estos no tienen otra que someterse a la ideología obrera o nacional-populista, y sus pulsiones industrialistas y extractivistas. Con los efectos perversos que implica: los procesos de descampesinización promovidos por la Rusia Soviética, la revolución cultural maoísta, o el Estado plurinacional boliviano,[2] son buenos ejemplos.

Mientras tanto, hoy que florezca la autonomía, individual y colectiva, que la cooperación teja nuestras relaciones sociales, que los espacios y territorios, abiertos, plurales y diversos, brillen; en fin, que la complejidad de este cautivante y hermoso país se imponga, mientras seguimos al entrañable Rafael Barrett:
Herid lo moral. Lo moral es lo real. Haced que el hombre se avergüence de obedecer. Suprimid el sacerdote, el capitán, el patrono, el magister. Matad el principio de autoridad donde lo halleís. Que el hombre lo examine todo por sí. Que sea responsable de si propio. Si cae, que sea siquiera porque se equivoca él, no porque se equivoca otro. Combatamos al jefe, a todos los jefes. Tenemos en nosotros cuanto necesitamos.

Bibliografía
Marshall, Peter (1992/2008) Demanding the Impossible A History of Anarchism. London: Harper Collins. 818 pp.



[1] Evo Morales sintetiza las ideologías más autoritarias y cerradas de la cultura política del país: marxismo, nacionalismo, fascismo, indigenismo.
[2] Durante el régimen de Evo Morales se ha profundizado dos tendencias: el abandono masivo de la población rural; hoy casi el 70% de los bolivianos viven en centros urbanos. Segundo, entre el 70 al 80% de lo que comemos los bolivianos proviene de la agroindustria cruceña y la importación. El aporte de la pequeña producción campesina se ha reducido profundamente.

lunes, 5 de agosto de 2019

NATURALEZA Y CULTURA EN ADELA ZAMUDIO. UN FRAGMENTO DEL CUENTO “NOCHE DE FIESTA” -Carlos Crespo Flores

Para Doña Ercilia

 Blanca Wierthuchter y Virginia Ayllón, han mostrado la estrecha relación de la escritura de Adela Zamudio con el paisaje cochabambino (Ayllón, 2013:39). La escritora cochabambina muestra una gran sensibilidad con la naturaleza del valle cochabambino, principalmente. Podemos imaginar, reconstruir, el paisaje valluno de su época, con la lectura de sus textos. Más aun, evidencia las interacciones del poblador con ella, como parte de la cultura del valle. Estos temas son discutidos en el análisis del fragmento inicial del cuento “Noche de fiesta”, escrito por Zamudio a principios de siglo XX.

El cuento, una historia trágica, inicia con  una descripción del amanecer en una comunidad detrás de la Recoleta, como nos ubica en un momento de la narración. Es un 3 de Mayo, fiesta de la Cruz, evento religioso relacionado con la fertilidad, muy importante en el ciclo agrícola valluno[1].  Es un celeste pálido que observa la narradora en el cielo, un color que suena a sosegada felicidad. Es la alborada valluna. Poco a poco, aparecen los rayos del sol, como hasta el día de hoy, primero en las cumbres del Tunari, y aparece el sol, esplendoroso y triunfante. El día comienza en el valle.

Los campesinos vallunos se levantan más temprano que de costumbre para la fiesta, y se dirigen hacia la feria  de la ciudad, bajando de la cabecera de las cuencas, ubicadas en el cuento en la zona de La Recoleta y Cala Cala, por sendas y atajos, muchas de ellas antiguas, que solo ellos conocen y utilizan.

Arriban a la feria, los varones arreando burros colmados de productos, y las mujeres “cargadas de comestibles, legumbres y hortalizas, frutas, quesillos y huevos” (Zamudio, 2013:79). Las mujeres en la sociedad rural cochabambina, han estado asociadas a la alimentación, por ello cargan en sus k’epis la diversidad productiva del valle, para vender, o tal vez cambiar, en el mercado. Pero, quienes son estos  campesinos? Probablemente piqueros, campesinos independientes, que no pertenecían a un patrón, con su pegujal propio,  y en la zona norte de la ciudad había muchos de ellos, con acceso al agua.

La feria era un espacio controlado por cholas, pequeños productores, por los piqueros. Las mujeres llevan sus mejores trajes, “un pesado rimero[2] de polleras”, de bayeta, multicolores. Caminan rápido para coger un buen lugar en la feria, terminar rápido sus intercambios comerciales, y “reclamar la parte de goce que a cada cual corresponde en aquel Día de la Cruz”. En el camino conversan entre ellas, intercambian información, socializan.

El paisaje que se percibe es húmedo, con mucha vegetación y agua. La zona es atravesada por varias torrenteras, una de ellas es descrita como un “torrente, bramador y terrible en sus crecientes”, baja desde la falda de la montaña, paralela a una vía carretera, hasta “la margen derecha del Rocha”. El cuerpo de agua está “encajonado en dos filas de pedregones apoyadas en dos murallas vegetales: sauces y molles que a gran altura entrelazan sus copas sobre su lecho”. Un exuberante túnel verde es el que nos presenta doña Adela, cortado en un tramo por un “tronco enhiesto, desplomado sobre el torrente”, que sirve de “puente natural a los vecinos”. En un claro del arbolado, se observa “las vagas  lontananzas del valle inmenso”, donde “bajo un cielo lejano, arboledas, llanuras y colinas, se pierden en la bruma del horizonte”. Y como marco del cuadro, tres árboles representativos del valle: sauce llorón, ceibo y una jarca “soberbia cuyo elegante pabellón corona de oro la escena” (Zamudio, 2013:80). En fin, es el valle de Cochabamba, hoy desaparecido.

El fragmento de “Noche de Fiesta”
“La alborada del tres de mayo surgió aquel año más que nunca serena y sonriente en su celeste palidez, se encendieron lentamente áureos fulgores que empezaron a teñir las cumbres; el disco luminoso hizo por fin, en el Oriente, su aparición triunfal, y la poblada vega[3] acabó de despertar al impulso de sus rayos.

En los días de fiesta, las familias labriegas comienzan la faena más temprano que de costumbre. Llegando por atajos y senderos, hombres arreando borricos y mujeres cargadas de comestibles, legumbres y hortalizas, frutas, quesillos y huevos, ingresaban por los caminos de la ciudad, engrosando cada vez más las filas de vendedores en marcha hacia la plaza de feria. Las mujeres, a pesar de su carga, y del pesado rimero de polleras sujeto a su cintura, marchaban apresuradas a cual más. Cruzábanse entre ellas saludos y preguntas y se entablaban diálogos interrumpidos en seguida, porque quien podía, dejaba atrás a las compañeras.

En todos los semblantes, animados y risueños, leíase el ansia de terminar cuanto antes el negocio y volver a la campiña a reclamar la parte de goce que a cada cual corresponde en aquel Día de la Cruz.

Paralelo a la vía carreta, que partiendo de la margen derecha del Rocha, al Norte de la ciudad, asciende hacia la falda de la montaña, un torrente, bramador y terrible en sus crecientes, descienden en línea recta encajonado en dos filas de pedregones apoyadas en dos murallas vegetales: sauces y molles que a gran altura entrelazan sus copas sobre su lecho. Dos cuadras más debajo de esa vía carretera que torciendo hacia la izquierda se dilata a lo largo de la vega, entre aldehuelas y caseríos pintorescos, un tronco enhiesto, desplomado sobre el torrente, estorba el paso. Nadie lo mueve porque sirve de puente natural a los vecinos. La corriente sigue su curso, pero la senda impresa sobre la arena a orillas del arroyo, se desvía hacia un callejón que conduce al río. La gran muralla de árboles termina bruscamente en aquel punto, dejando un claro en que se perfilan las vagas lontananzas del valle inmenso. Más allá de la ciudad, bajo un cielo lejano, arboledas, llanuras y colinas, se pierden en la bruma del horizonte. Formando marco a este claror del cielo, se destacan, a los ojos de quien desciende por la senda del torrente, la obscura y enigmática silueta de tres gigantes: a un lado, un sauce de Castilla y un gran ceibo, y al otro, una jarca soberbia cuyo elegante pabellón corona de oro la escena” (Zamudio, 2013: 79-80).

Referencias bibliográficas
Ayllón, Virginia (2013). Estudio introductorio a Cuentos, de Adela Zamudio.
Zamudio, Adela (2013) Cuentos. La Paz: Plural Editores. 330 pp.

IMAGEN: Un ceibo del pintor Raúl G Prada. 1934.



[1] De ahí la importancia del santuario de Santa Vera Cruz, a cuya fiesta indígenas y cholos han asistido desde tiempo atrás.
[2] Rimero. Montón de cosas puestas unas sobre otras
[3] Vega. Terreno bajollano y fértil (https://dle.rae.es/?id=bQsI20e).

viernes, 12 de abril de 2019

- Los martes de Carlos Franck – MAURIZIO BAGATIN

“E forse quel che cerco neanche c'è” - Giuseppe Ungaretti –

Mallarmé no era su poeta preferido, Ungaretti y los surrealistas excitaban su esprit bohemio…y de Mallarmé se inspiró para los martes en su casita en Tupuraya; una de Borges y otra de Bakunin acompañaban nuestros chuflay, una pizza y muchos Derby negros…humo y libros, tos y bestemmie: el neoliberalismo estaba respirando mal, pronto Goni abandonaría el barco y el orinoquense se perfilaba al poder. Carlos, anarquista e intenso, mientras leía El juguete rabioso me decía: es un país imposible Bolivia, rebelde e ingobernable, desde siempre. Nunca se dónde voy pero siempre llego escribió en Costa Rica - fines papeles de fibra de banano y cubierta hecha con cascara de coco - poesías y aforismos de profunda destilación, separando cola y cabeza, extrayendo el puro corazón, coñac añejado como una obra de arte, me decía en sus días tan lucidos, cuando se comía una lasagna acompañándola de un buen cabernet…

El poeta es Carlos, exiliado, desarraigado, apátrida, soñador amante, amigo de todos los locos de la alucinante Chuquiago…el aparapita, el loco, el poeta, el vago, el borracho, el ultimo. Riéndose de mí hurto en la biblioteca de mí pueblo, para él una colección de poesía de su amado Ungaretti, sustraído o mal prestado de la biblioteca, una lectura segura en lugar de miles imposibles…probablemente inútiles…sin amor…sin pasión.

Hijo del viejo Carlos Franck, barón de la goma y buscador del Gran Paititi, Amigo del insigne Priskos y bibliotecario del emperador, recitaba su tarjeta de visita que me pasó una tarde de muchas Huari y unos inolvidables gnocchi al ragú; no le atraía hablar de su pasado, no amaba recordar, seguía soñando a Helena, la de Costa Rica tal vez, la de Troya, todas las Helenas del globo terráqueo, todas las bellezas que en ella se puedan detener: “Oh, Helena/ dame la inmortalidad/ en un abrazo”…”que todo el universo sea para ti porque tú eres todo el universo para mí...”.

El poeta es Carlos, poeta de la honda claridad, así lo describió Edgar Avila Echazú, un poeta que fue su amigo entre bohemios paceños: “…a otro que introdujimos en esa época y que se conoce muy poco en Bolivia, fue a Kafka el que lo leía era Carlos Franck, leímos a Proust a Rimbaud, que recién se lo estaba conociendo”...”La música para mí era fundamental. Nos reuníamos en el cuarto del loco, de Jaime, o en algún otro cuarto, en el departamento de Carlos Franck, donde había otro amigo nuestro que era conocedor de música y lector, se llamaba Ricardo...”

“La vida solo es una anticipada vacación de la muerte” escribió, y de la suya no me avisaron que tiempo después, cuando los martes ya no eran los mismos y Carlos no estaba sentado frente a su biblioteca de Alejandría, imaginando a su amada…“Sé que jamás volverás/ porque nunca has venido…”.

La última vez que compartimos unas copas me recitó a Cesar Vallejo - del cual había publicado un estudio comparativo con la poesía de Neruda - y Trilce salía de sus labios como laberínticas palabras mudas y musicales al mismo tiempo, una melodía solo para oídos libres, solo para quienes reconocen que el silencio es ser uno mismo demasiado tiempo.

Nota: Casi nadie hoy se acuerda de él, y no se sabe de la existencia de Bella por el Cobalto, plaquette poética publicada en Costa Rica, del ensayo Lo clasico y lo romántico (un análisis comparativo de la poesía de Vallejo y de Neruda) y de todo sus artículos publicados en la revista Hipocampo y en Arte y Literatura, en Costa Rica. Aquí van algunos link para acercarnos al poeta.

http://www.la-razon.com/index.php?_url=/suplementos/tendencias/Carlos-Franck-solidario-soledad_0_2035596581.html https://www.nacion.com/opinion/poemas-para-un-viaje/ADEGPOZ4LZBZTB5Y6JEHCHB6SI/story/ https://criticamedicina.blogia.com/2007/122807-la-creatividad-boliviana-originaria-y-mestiza-de-isla-negra.php


Octubre 2018

miércoles, 9 de enero de 2019

"Cuando la revolución se convierte en el Estado, vuelve a ser mi enemigo": extracto de una entrevista con James C. Scott


Ahora estoy trabajando en el río Irrawady. Los ríos nos cuentan lo que el Homo Sapiens y los Estados hacen a los fenómenos naturales en el mundo. La ingeniería y el represamiento muestran cómo los humanos trabajan, violan el movimiento de la naturaleza o las aves migratorias y también cómo los humanos dan forma a las tierras. El río Irrawady es la autopista de la cultura birmana. Puedes subir y bajar kilómetros y aún encontrar la misma cultura. Pero si vas 20 millas hacia las colinas, es una cultura completamente diferente.

Las culturas se cementan con el agua, como mostró Fernand Braudel con su trabajo en el Mediterráneo. La integración a través de las aguas forma el conocimiento de unos a otros. En 1800 antes del barco de vapor, era más rápido ir de Londres a Sudáfrica, que por diligencia de Londres a Edinburgo, por lo que la gente viajaba por mar.

Los mapas nos engañan y es por eso que las juntas de agua son cruciales. Los estados antiguos siempre se construyen cerca de ríos, costas o planicies aluviales, lo que permite la agricultura (agricultura en terrazas, por ejemplo) y la independencia de otros sistemas.

P: Hablando de agua, ¿cómo vería a los grupos que intentan escapar del sistema estatal contemporáneo, como los piratas, algo que se discute en Zomia, el libro que escribió acerca de la gente de las montañas que escapan del Estado en todo el sureste de Asia y el Himalaya?
J.S .: ¡Si tuviera otra vida, trabajaría en la Zomia húmeda! Los pantanos, las marismas y las costas de manglares son lugares donde las personas huyen y se esconden todo el tiempo.

Veamos los cimarrones del tenebroso Gran Pantano, en la frontera de Carolina del Norte y el norte de Virginia en los Estados Unidos. Al comienzo de la guerra civil, eran 7.000 esclavos fugitivos que vivían en los pantanos. Muchos nacieron allí sin haber visto nunca a un hombre blanco. Algunos no pudieron llegar a Canadá, así que fueron al pantano para que nadie pudiera encontrarlos. Los pantanos tenían mucho que ofrecer: caza y recolección, así como la cultura del maíz.

En las aguas de Malasia vemos patrones similares. El Orang Laut, los gitanos del mar, han estado huyendo del Estado gracias a sus barcos. De vez en cuando trabajaban como mercenarios marinos o "corsarios", vendiendo sus servicios a los sultanes malayos, pero estaban libres del Estado Nación. También viajaban y vivían de una manera casi imposible de rastrear.

Los océanos, al igual que las colinas, son espacios abiertos que dificultan a los Estados el reclutamiento, imponer impuestos o limitar su libertad.
(2018)
Traducción: CCF

viernes, 4 de enero de 2019

LOS INTELECTUALES Y EL PODER PLURINACIONAL Carlos Crespo Flores



 En los últimos sesenta años, por lo menos en tres periodos históricos, intelectuales bolivianos, la mayoría provenientes de la izquierda, se han articulado o fueron cooptados por el poder estatal dominante de ese momento. Son los que diseñaron estrategias y políticas públicas de los gobiernos de turno, pero también son los que elaboran el marco teórico, interpretan y legitiman tales procesos, considerados “revolucionarios”. Son generaciones enteras de académicos y escritores que fueron engullidos por la maquinaria estatal.

El 52’, fueron los Zavaleta, Ayala Mercado, Urquidi, Céspedes, como militantes del MNR o que hicieron “entrismo” al partido de gobierno, quienes “explicaron” la “revolución anti-imperialista”, y/o diseñaron las reformas agraria, urbana o las nacionalizaciones; durante el segundo periodo emenerrista, fueron los Toranzo, Lazarte, Antezana, Molina, que justificaron al “Gonismo” como salida a la crisis del “nacionalismo revolucionario”. Hoy, con el “proceso de cambio”, son los Linera, Calderón, Mayorga, que continúan tal pulsión.

Desde la Vicepresidencia se ha creado el Centro de Investigaciones Sociales (CIS), verdadero “think thank” estatal donde investigadores y cientistas sociales están produciendo la “verdad” del Estado Plurinacional, re-elaborando la historia nacional para justificar el “gobierno indígena”, pues como en la película de Jorge Sanjinés (otro intelectual afiliado), los quinientos años de colonialismo y exclusión indígena concluyen con Evo Morales viajando en el teleférico. Actualmente, de acuerdo a una agenda previamente definida, el CIS es el principal financiador de investigaciones y tesis en el país, por encima de las universidades o centros independientes como el PIEB.

Este 2019 negras tormentas se avecinan sobre la democracia boliviana, y existen múltiples rostros que la visualizan: un presidente que aprovecha su mayoría parlamentaria y el control sobre los poderes judicial, electoral, para buscar re elegirse recurriendo a todos los medios posibles, la mayoría ilegales, vulnerando normas vigentes, particularmente la Constitución. El argumento para lograrlo, que es “un pedido del pueblo”, es típico de dictadores emergentes. Un gobierno que criminaliza y persigue a opositores, defensores de DDHH, activistas disidentes, y todo aquel que piense y actúe diferente al guion del Estado plurinacional. A nombre de establecer un régimen hegemónico, una administración gubernamental que busca el control total del país y sus instituciones, incluyendo sindicatos, organizaciones sociales de base, las universidades autónomas. Más aún, un gobierno que ha convertido el montaje y el espectáculo como método de gestión pública para imponer el terror y el miedo en la población. En suma, la democracia en Bolivia está hoy amenazada.

A pesar de esta realidad, que solo reproduce experiencias autoritarias similares en otros países del llamado “socialismo del siglo XXI”, como Venezuela, Nicaragua o Cuba, hay intelectuales afines al “gobierno de los movimientos sociales” que tienen una lectura diferente del “proceso de cambio” boliviano. Justamente, uno de estos “maestros pensadores” del “gobierno de los movimientos sociales”, en una conferencia internacional, realizó una exposición con el título “Proceso político boliviano: democracia en disputa”. Detrás del título, se hallan algunos supuestos teóricos, necesarios de un par de apuntes críticos. La primera es considerar que los actores sociales en el país, no solo se hallan en las mismas relaciones de fuerza, sino que actúan “habermasianamente”, desplegando comportamientos comunicacionalmente racionales, sea para construir consensos o expandir la hegemonía de un actor sobre los demás. No hay tal, en el mundo real operan relaciones de poder y dominación, y en el caso boliviano, un actor político, el MAS, bajo la jefatura de su “gran timonel” el que busca imponer su voluntad, por las buenas o las malas, por tanto no hay disputa por dar “sentido” a la democracia, sino libertades individuales y colectivas en proceso de ser criminalizadas y conculcadas.

Para quienes defendemos el pensar crítico y autónomo, es hora de empezar a desmontar los postulados y argumentos de estos operadores del “Estado plurinacional”, expresión de la servidumbre voluntaria en el conocimiento. Ese será nuestro aporte a la defensa de las libertades democráticas en Bolivia.
 Cochabamba, enero 2019