lunes, 31 de diciembre de 2012

DESDE EL TIPNIS. Y hay cosas que suceden así en la Amazonía


En *los* *días de la selva*, siempre verdes y a veces lluviosos, con el vuelo infinitesimal de la flotilla aérea del TIPNIS: los mosquitos, se viven historias tan extrañas como las de Pato - pollito que en realidad es una pavita de monte que nació por el cuidado empeñoso de una gallina ponedora, la cual cuidó al extraño hijo como un pollo suyo. Pato-pollito descansa en la espalda de un gallo y sigue a su madre gallina caminando imbuido de una actitud muy gallinácea. Y luego vimos a una troperita de un mes que se cree perro, con su hocico alargado, alargado, como lo es el mismo Río Mamoré. Mila, como le puso el  señor anciano que la cuida, se pasea por la comunidad todos los días, si se le rasca la panza se echa y en un arrullo extraño muestra unos incipientes colmillos blancos.

Mas o menos siento que como a Pato - Pollito y como a Mila, a nosotrxs nos adoptó una mujer de cabellos y ojos negros con una fuerza muy grande con la que trabaja incansablemente junto a su familia todos los días (ejem, así es, en franca y abierta contradicción con los anuncios gubernamentales que dicen que allí nomas hay gente "floja" e "improductiva"). Siento también la calidez comunitaria de la gente de base que nos abrió su casa grande,  la mesa grande y solidaria bajo las impenetrables hojas de motacú, una mesa que siempre dispuesta a aceptar comensales y polizones que llegan imprevistamente en embarcaciones que surcan las ondulantes serpientes cristalinas que son los ríos Isiboro, Ichoa y Sécure.

 Salud en resistencia y construcción!!!!!
La Nigua.

viernes, 28 de diciembre de 2012

Del MNR a Evo Morales: disyunciones del Estado colonial

Silvia Rivera Cusicanqui
UMSA y El Colectivo 2

Dos carreteras

            En los años 1930 un médico-escritor chuquisaqueño sintió una suerte de angustia nacionalista por la inminente desintegración de Bolivia. La “tragedia del Chaco”, las ambiciones petroleras de corporaciones e imperios, la rapiña oligárquica sobre tierras y recursos indígenas y la debilidad y venalidad del Estado lo llevaron a realizar atrevidas propuestas de geografía política: mucho antes de la guerra, planteó la urgente construcción de una carretera que conectaría la sede de gobierno con el remoto y abandonado territorio del Chaco boreal. Ya en pleno conflicto bélico, se le ocurrió que la única forma de articular orgánicamente las tierras bajas con las tierras altas era reconociendo el papel articulador del territorio patrio que ejercía la Cordillera de los Andes, como fuente hídrica principal de las cuencas del oriente. Ni la “ruta diagonal” se llegó a construir jamás – con funestas consecuencias para la integridad del territorio boliviano – ni la idea de un “macizo boliviano” alcanzó a interpelar la conciencia de las élites regionales de oriente y occidente, aunque soldados cambas y collas juntaran sus sangres en el Chaco para fertilizar una patria que les seguiría siendo ajena.
            La carretera que hoy se proyecta construir por el corazón del Territorio Indígena Parque Isiboro Sécure está en las antípodas de aquellas preocupaciones nacionales, encarnadas en la vida y obra de Jaime Mendoza, autor de las propuestas aludidas. Y este hecho es para mí un doloroso síntoma de la distancia que media entre aquel proyecto, destinado a articular fecundamente las mitades divorciadas del país, y este otro, marcado por la mala fe, el divisionismo y la entrega del país a intereses extranjeros. Divisionismo y negación que no sólo afectan a derechos indígenas fundamentales sino también a sentidas aspiraciones ciudadanas de soberanía frente a los intereses corporativos brasileros. Como todo síntoma nodal, éste hace parte de un síndrome: en este caso el de la enfermedad colonial que afecta al núcleo duro del Estado y a su estamento militar. Otro de cuyos síntomas es la singular alianza entre un líder cocalero que surgió de las trincheras de la lucha antiimperialista y sus verdugos de antaño.

Dos batallones ecológicos

            En los años 1980, el líder en cuestión sufrió en carne propia la brecha entre las palabras y las cosas: fue perseguido con saña por los batallones “ecológicos” montados por la FELCN con el apoyo de la Drug Enforcement Administration de los Estados Unidos. Seguramente supo de la indignación y la impotencia, de ese sentimiento colectivo de frustración ante una “tarea conjunta” que se escudaba en los sagrados derechos de la madre tierra para ejercer su profesión depredadora y represiva.
            ¿Fue ese conocimiento íntimo y de primera mano del enemigo de entonces el que lo llevó a hacer suyas las mismas tácticas neutralizadoras y estrategias de encubrimiento discursivo? O es que el modelo venezolano adoptado por el Estado, bajo la égida de los mestizos acomplejados que rodean al presidente[1], hace parte del síndrome contagioso de colonización mental que el Estado instrumenta en los ocupantes del palacio quemado? El hecho es que nuestros gobernantes parecen incapaces de pensar por sí mismos en los problemas nacionales y continúan replicando modelos de dudosa validez, propiciando políticas de “desarrollo” que sólo abren la brecha a intereses corporativos ajenos y adversos. Si antes se replicó los modelos desarrollistas impuestos desde el norte con la Alianza para el Progreso y USAID, hoy seguimos en las mismas intentando copiar lo que ocurre, para bien o para mal, en Venezuela o Brasil, muy a pesar de las diferencias culturales e históricas que nos separan de ambos países.
            Tener a estos militares del lado del “proceso de cambio” implica graves y hasta cierto punto gratuitas concesiones programáticas y políticas. El ejemplo más banal es la degradación de la figura de Tupak Katari para utilizarla como emblema de los aviones del TAM o para bautizar el proyectado satélite que administrará la Fuerza Aérea Boliviana[2]. Algo más grave aún, la sistemática negativa estatal a desclasificar los documentos militares de tiempos de las dictaduras ha producido un síndrome de impunidad que está llegando a niveles de absoluto cinismo. Impune ha quedado la represión de Chaparina el 24 de septiembre pasado, impune es el trabajo de alianzas solapadas entre mafias militares y civiles vinculadas al tráfico de sustancias ilegales, impune la labor persecutoria contra los indígenas en resistencia y contra las personas solidarias con las luchas en defensa de la madre tierra. En enero del 2012, uno de los principales artífices de la represión en Chaparina, Gral. de la FAB Tito Gandarillas, fue premiado por su solapada labor, con su nombramiento como comandante en jefe de las FFAA. Si no fuera por su reciente destitución, podría haberse conjeturado que Evo, para llevar hasta el límite su emulación al  MNR, estaba incluso criando a su propio Gral. Barrientos. Sin embargo, más allá de lo circunstancial, los problemas estructurales permanecen: hay visiones de desarrollo sesentistas a cargo de los militares, que encubren negocios turbios de narcotráfico y contrabando. Incluso, en la localidad de Eucaliptus, ellos han rehabilitado su fábrica de ácido sulfúrico, lo que muestra una evidente articulación de intereses militares-cocaleros-mafiosos similar a la que denunciara René Bascopé en La Veta Blanca.  Se tiene entonces una versión militar del “desarrollo” que parte de un control territorial sobre los parques nacionales, de la creación de espacios de impunidad y de núcleos mafiosos dentro del Estado, todo ello barnizado con una barata  retórica “katarista” y ecológica que goza del decidido auspicio del poder ejecutivo. Es la lógica de las disyunciones coloniales: el colonizado que aspira a reproducir los actos del colonizador; la víctima que busca parecerse a su verdugo.

Dos formas de consulta

            Pero en la superficie de estos invisibles tramados políticos, tenemos un fenómeno mediático que muestra grietas por donde se lo mire. La consulta burdamente orquestada por el gobierno viola los preceptos y la casuística de los procedimientos de consulta a pueblos indígenas realizadas por varios países del continente a partir de la  ratificación del Convenio 169 de la OIT. Rompe incluso con los recaudos más elementales del sentido común, dado que “consultar” es un verbo que presupone una disposición para escuchar la opinión de la persona o colectividad consultada, así vaya en contra de las expectativas de quien realiza la consulta. Respeto no sólo a las personas y sus pareceres, sino a las modalidades de consulta colectiva de los pueblos indígenas, a sus formas comunitarias de deliberación asambleística, a sus modos propios de resolver los disensos y de lograr acuerdos entre distintos puntos de vista, hasta conseguir equilibrios delicados característicos de las comunidades indígenas del TIPNIS y de otros territorios indígenas que han resistido por décadas las incursiones de madereros, ganaderos o agentes estatales. A pesar del despliegue mediático y de la sistemática desinformación gubernamental, se ha tomado conocimiento de las evidentes maniobras divisionistas de los encargados de la consulta, del esquema prebendal que precedió la llegada de las brigadas y de la manipulación de las necesidades de la gente, sin obviar los modos autoritarios y arbitrarios de seleccionar a quiénes “consultar” y cómo interpretar los resultados del procedimiento. 
            No está por demás reiterar ese nexo perverso que exhibe el gobierno de Evo Morales con el Estado colonial del MNR de los años 1950, que propició una escalada de corrupción y relaciones prebendales con dirigentes del campesinado indígena, culminando en la llamada ch'ampa guerra de los años 1960 y en la sangrienta “pacificación” barrientista. Hoy, todo ello forma parte de una memoria estatal de colonialismo interno que ya no se circunscribe a un partido, siendo patrimonio de la clase política y del sistema de partidos en su conjunto. Así, todo alarde de ruptura del MAS con el viejo modelo político hace aguas al contemplar esta versión remozada de la parodia revolucionaria, tan bien expresada en sus políticas culturales y desarrollistas, que son una repetición, en clave de farsa, del adusto y racional programa de desarrollo del MNR. Con un agravante: antes las cosas se decían y se hacían de frente. Eran los tiempos en que cada porción de selva tropical era vista como un obstáculo a derribar. Los tiempos del desarrollismo agrarista, cuando “pueblos indígenas” y “cuidado de la naturaleza” resultaban términos impronunciables. Hoy en cambio los gobernantes se llenan la boca con esas bonitas palabras, mientras sus prácticas siguen las trilladas rutas del modelo estatal colonialista, fundado sobre la prebenda, la alienación del trabajo y la destrucción de la biodiversidad. Peor que hace sesenta años, estas prácticas se han vuelto vergonzantes, solapadas y astutas, mostrando no sólo mala fe sino un velado desprecio racista por la autonomía y dignidad de los pueblos indígenas a los que dicen representar. 

Dos tipos de activistas

            La novena, y sobre todo la octava marcha en defensa del TIPNIS han convocado un importante respaldo del mundo urbano, centrado sobre todo en las ciudades de La Paz y Cochabamba, y en varias capitales y ciudades intermedias de tierras bajas. Hemos sido testigos de la multitudinaria recepción de la octava marcha, en el mes de octubre del 2011, y de una convergencia notable entre indígenas de tierras bajas y tierras altas, éstos últimos bajo el alero de su organización matriz, el CONAMAQ. Asimismo, las Mama T'allas del CONAMAQ han convocado a una multiplicidad de grupos, en una actitud sabia de interpelación a sectores urbanos, sobre todo juveniles. De ese modo, los pueblos indígenas organizados han logrado un hecho inédito en las luchas sociales recientes: la convergencia de indígenas con una diversidad de agrupaciones ecologistas, activistas culturales, feministas e indianistas, además de un nutrido bloque de organizaciones y grupos anarquistas, que llegó incluso a desfilar con sus propias banderas y pancartas, en una suerte de reedición de las marchas de la FOL y de la FOF de los años previos a la guerra del Chaco.
            Hay aquí, sin embargo, una necesidad autocrítica urgente, ya que existe la idea de que los blogs, facebook y otras “redes sociales” activadas por los grupos de solidaridad urbana lo son todo, o son lo más importante que está sucediendo en apoyo a las demandas indígenas del TIPNIS. Sin duda reviste una gran importancia la batalla por la información que han emprendido estos diversos núcleos de apoyo urbano. Sin ellos, nunca nos hubiéramos enterado, por ejemplo, de la expulsión del ministro Juan Ramón Quintana de varias de las comunidades del parque, o de la “invención” de comunidades inexistentes para inflar las cifras de aprobación a la carretera. Tanto los activistas urbanos como algunos medios de comunicación –notablemente, la red ERBOL– sin hacerle el juego a la derecha, han contribuido a una labor de esclarecimiento que ha puesto al desnudo el carácter fraudulento de la mentada consulta.
            Sin embargo, pudimos identificar dos tipos de activistas y dos maneras de abordar la solidaridad con las comunidades indígenas del TIPNIS. Hay un activismo que alimenta el ego, el autobombo y la complacencia “revolucionaria”, que compite por mostrar quién es más “radical” y quién se juega más en el apoyo a la causa indígena. Algunas variantes electoreras de ese apoyo provienen de la generación mayor, y portan sin duda las marcas de una política de intereses que no puede sino dañar a largo plazo la defensa de los parques nacionales y de los derechos indígenas. Otras, en cambio, se revisten de impaciencia y radicalismo juveniles, y se dedican a criticarse unas a otras con el fin de obtener mayores dosis de reconocimiento entre sus amistades y círculos de pertenencia[3]. Este activismo, fundamentalmente virtual, corre el riesgo de quedar como una incendiaria retórica de escritorio, sin impacto real en la opinión pública y sin capacidad alguna para desmontar los argumentos y bloqueos que opone al debate esclarecido, el sentido común desarrollista que impera en la opinión pública, e incluso en buena parte de la izquierda indigenista.
            Como contraparte, hay otro tipo de activismo, más humilde y con menos pretensiones protagónicas, que han emprendido muchas personas, jóvenes y viejas, a quienes la causa indígena les ha interpelado en su vida cotidiana y les ha hecho descubrir una realidad otra, un modo de vida que puede brindar alternativas al propio carácter depredador y artificial de la vivencia urbana. Ambos grupos son ciberactivistas, pero los unos se agotan en los circuitos de la red global, mientras que los otros combinan creativamente las acciones locales con el impacto de la circulación de información a escala planetaria. Porque sólo gracias a la gente que vive y sufre las agresiones estatales dentro del propio TIPNIS, y sólo gracias a quienes han llegado hasta allí con la humildad del que busca aprender del modo de vida indígena y compartirlo, pueden las redes virtuales hacer una labor fructífera y honesta. En el activismo urbano por el TIPNIS considero que es necesario superar el egocentrismo, el protagonismo político y sentirse una retaguardia útil, capaz de ponerse al servicio de las bases indígenas que sufren cotidianamente la manipulación, la afrenta a su dignidad y las continuas maniobras y presiones de un Estado colonial. 

El nuevo macizo boliviano: una causa común indígena y popular urbana

            Las luchas indígenas por el TIPNIS, al igual que las luchas indígenas en toda Abya Yala en oposición a la rapiña corporativa, las agresiones estatales, los grandes proyectos extractivos y la criminalización de las protestas, son en si mismas una lección de vida que impele a las redes urbanas de solidaridad a realizar una reflexión más profunda. El paradigma que encarnan los indígenas en resistencia no sólo exige un gesto externo de respeto por la diversidad cultural. No bastan las palabras, mucho menos aquellas que disfrazan y encubren, para adornar los discursos del poder. Es hora de empezar a descubrir a la india y al “salvaje” que todos y todas tenemos en nuestro interior, porque si se piensa en la solidaridad como un gesto de favor y desde afuera, estaríamos reproduciendo la labor misionera y civilizatoria de quienes nos antecedieron: del MNR a Evo Morales, remontándonos a la cristianización de la colonia temprana y a la violenta labor expropiadora de la etapa oligárquica. Si creemos que este gesto misionero ayudará a “salvar” al TIPNIS y a sus habitantes, estamos negando que lo que quisiéramos es en realidad salvarnos a nosotros mismos. Es necesario entonces reconocer al indio y a la india que habitan nuestra alma, y a partir de ese reconocimiento, gestar una solidaridad que nos permita superar la soberbia urbana, y a la vez esa ingenua y equívoca fe en las palabras, que en países como el nuestro, más frecuentemente encubren que designan las realidades que nombran. La capacidad de escuchar en silencio las voces y enseñanzas de los hermanos y hermanas habitantes de los bosques y territorios indígenas nos permitirá, como al brujo Ino Moxo de la amazonía peruana, nombrar las plantas y animales de los bosques con sus nombres secretos y dialogar con ellos en el lenguaje sagrado de los antepasados. Los y las habitantes del TIPNIS tienen mucho que enseñarnos, desde esos otros modos de nombrar hasta las artes del pensar comunitario, la caminata y la orientación en el monte.
            En lengua guaraní, “pensar” equivale a decir “sentir con el hígado”. Al igual que el amuyt'aña aymara, la idea alude a un pensar memorioso y reflexivo, que no tiene como sede el cerebro sino ese centro vital llamado chuyma, donde el corazón vibra al ritmo de la respiración. Podría decirse entonces que el pensamiento es un metabolismo con el cosmos, y que se nutre de savias vitales más vastas y densas que el mero cálculo racional. No podemos continuar confundiendo conocimiento con información. En temas como el cambio climático, la degradación ecológica y la represión a los pueblos indígenas, la labor del amor es tan urgente como lo es el conocimiento certero que brindan los avances de la gaya ciencia de nuestros contemporáneos.
            Esta sería la labor articuladora entre tierras altas y tierras bajas, entre indígenas y poblaciones urbanas, que vislumbró Jaime Mendoza a través de la metáfora del macizo boliviano. Un espacio taypi o intermedio, en el cual, partiendo de reconocer nuestra ignorancia en la “universidad de la selva”, podamos beneficiarnos de una mutua fertilización e intercambio de saberes con las poblaciones indígenas en resistencia.
           


Chukuyawu marka, 20 diciembre 2012


[1]             . Emblemático resulta ser el complejo q'ara que exhibe el Vice García Linera, con sus ridículos aspavientos de cultura de élite y su fascinación birlocha por las pasarelas.
[2]             . Los especialistas aseveran que el tal satélite ni siquiera nos ayudará a cerrar la brecha digital. Bolivia seguirá entonces teniendo el Internet de banda ancha más caro y lento del continente.
[3]             . Son patéticas, en ese sentido, las acusaciones mayormente anónimas que han circulado por Internet en contra de Nina Mansilla Cortés y la red de apoyo que está luchando por su liberación. Activista cultural vinculada a círculos anarquistas de La Paz, Nina está hace 6 meses en la cárcel, falsamente acusada y estigmatizada por propios y extraños, sin duda a causa de su activa participación en las redes de apoyo a las luchas del TIPNIS.

jueves, 20 de diciembre de 2012

APUNTES DE LA RESISTENCIA EN EL TIPNIS

 Bóxer

Malintencionadamente, el gobierno publicó un pasquin en el que informa que solo hay un bachiller en el TIPNIS (que por eso se necesita la carretera). EPARU (Equipo Pastoral Rural) mantiene desde hace muchos años los internados de San Pablo (en Gundonovia), para los primeros cursos y KATERI, donde no solo salen bachilleres en humanidades, se gradúan también como técnicos agropecuarios y ganaderos.

No quiero polemizar sobre la iglesia en el TIPNIS, en Moxos o en toda la Amazonia, mi intensión es desmentir a Gumercindo Pradel y a los demás tirasacos de Evo Morales, que dicen que la iglesia no entró al territorio..... Están, y desde hace 350 años, con EPARU desde hace mas de 50 años, ayudando en inundaciones, con proyectos grandes y pequeños, con su posta flotante y embarcaciones que recorren sus ríos llevando medicinas y asistencia humanitaria; lo que les molesta a los neocolonizadores del MAS, es la credibilidad de la iglesia entre los indígenas....y ...sí estuvieron en la comisión verificadora que entró por todos los ríos, escuchando la verdad sobre la manipulada consulta.

El pluscuanperfecto senador masista Adolfo Mendoza, dijo que Derechos Humanos y la Iglesia no tienen la autoridad moral ni ética, para dar el informe sobre la consulta, ..él tiene ética y moral?.....si las tuviera .. hace mucho habría renunciado.

En adjunto, foto de papelógrafos de la consulta (La Razón 16/12/12),... Santa Rosa del Isiboro, no es parte de la TCO, decidieron ser Comunidad Campesina y así la tiene el INRA, con parcelas individuales, ellos son propietarios, no comunitarios;    Puerto Beni, desprendimiento de dos familias de Puerto Pancho, también cuestionado como comunidad (en propagandas masistas, un comunario dice "si estoy aquí es porque Puerto Pancho existe". Se acuerdan del supuesto corregidor de Cachuela (Roberto Noza Yuco, de los que siempre cuenta Evo para sus shows)? que desde San Lorenzo de Moxos,  trata de comunicarse por radio como si su comunidad existiera ..diciendo ..."quien para Cachuela...quien para Cachuela".........por si acaso, los supuestos comunarios de esa comunidad inexistente se hicieron consultar en San Lorenzo de Moxos, que esta fuera del TIPNIS).

Como anécdota, los profesores del TIPNIS eran amenazados por los tirasacos, cuando hablaban con hermanos de la resistencia, les decían..."por que hablas con esos, va a venir Quintana y te va a destituir ", según los masistas, algunos ya no volverán a sus cargos.
Bueno...a prepararse para lo que viene, en el territorio, internacionalmente y ver como los cobardes siguen mintiendo y amenazando en nuestra Bolivia.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

REPRESION ESTATAL Y CONDUCTAS HUMANAS

El ejercicio de la violencia siempre ha sido un tema áspero y que ha causado no pocas divisiones a lo largo de la historia del anarquismo. Más allá de eso, están las conductas humanas frente a la más cruel de la opresiones ejercidas por el Estado: la privación de la libertad y el quiebre de la voluntad a través de humillaciones y rupturas afectivas. Esas conductas, NO PUEDEN NI DEBEN SER JUZGADAS; l@s compañer@s que caen como rehenes del estado en sus cárceles, son seres humanos, con sus temores, sus valentías, sus agachadas y sus corajeadas. Todos sabemos que esto es así y para todos. ¡no te dejes caer! Piensa que es solo un aspecto, una batalla -la más dura o de las más duras- de toda tu lucha social. Tus conductas no deberían ser objeto de ningún juicio de ningún compañero, sino solo la comprensión y la solidaridad, tanto como sea posible. Una vez que todos estén libres, cada compañero decidirá en quién ha de confiar en el futuro. Pero primero, es necesario que quienes están presos recuperen su libertad. Y para ello, se precisa de tod@s l@ compañer@s, los que tienen miedo y los que no. Después de todo, el miedo es tan humano como la libertad y el anarquismo. ¡Salud y pronta Libertad!

Cañerías
elpaisdelasamapolas@gmail.com

martes, 18 de diciembre de 2012

Reflexiones sobre las "Zonas temporalmente autónomas"





IMAGENES. 1. Colin Ward. tapa del número de homenaje de la revista Anarchist Studies (2011). 2. Hakim Bey (también conocido como Peter Lamborn Wilson). 3. El texto más conocido de Bey,  Zona Temporalmente Autónoma (TAZ por su sigla en inglés)

Tengo una larga lista de libros que me gustaría leer o escribir y que por razones ordinarias, como por ejemplo tener un bajo sueldo, me quedo en casa a que alguien me los compre o escriba, dando una falsa imagen al exterior. Eso explica porqué anarquistas de varios países, como Francia, Alemania, los Países Bajos e Italia [y ahora Iberia], me han pedido mi opinión sobre los puntos de vista de Hakim Bey.

Me he avergonzado durante mucho tiempo del hecho de no tener ninguna idea sobre quién es y cuales son sus opiniones. Muchos de nosotros, incluyéndome a mí, vacilamos en revelar el extenso alcance de nuestra propia ignorancia. Ha habido dos fuentes que me han explicado de lo que hablaba. Uno, por supuesto, es el inestimable artículo publicado en Freedom “Food for Thought...and Action!” (1997), y el otro es el libro de Murray Bookchim Social Anarchism or Lifestyle Anarchism: An Unbridgeable Chasm (1995).

Bookchin y yo tenemos maneras opuestas de hacer frente a la gente que tiene ideas conectadas, en cierta forma, con las nuestras pero con quienes discrepamos. La suya consiste en pulverizarlas con la crítica de modo que no vuelvan a emerger. La mía sigue la actitud de Paul Goodman, quien por cierto había sido objeto del desprecio de Bookchin. A Goodman le gusta explicar lo siguiente:

Tom le dice a Jerry: “¿Quieres luchar? ¡Cruza esta línea!” y Jerry lo hace. “¡Ahora”, grita Tom, “estás en mi lado!”. Dibujamos la línea en sus condiciones pero procedemos en nuestras propias condiciones.

Como propagandista encuentro generalmente más útil proclamar como compañeros a gente cuyas ideas son parecidas a las mías, y así fortalecer nuestra posición frente a objetivos comunes, en lugar de debilitarnos.

Lo que he aprendido del libro de Bookchin es que el libro de Hakim Bey se titula TAZ: The Temporary Autonomous Zone, Ontological Anarchism, Poetic Terrorism (1991), que el nombre verdadero del autor es Peter Lamborn Wilson, y que su libro contiene un montón de conceptos y nociones que a la gente de la generación de Bookchin/Ward no atraería. Murray pregunta, después de la demolición que hace, “¿Que es en definitiva una zona temporalmente autónoma?” Lo explica con una cita de Hakim Bey que la describe cómo:
El TAZ es como una revuelta que no se engancha con el Estado, una operación guerrillera que libera un área -de tierra, de tiempo, de imaginación- y entonces se autodisuelve para reconstruirse en cualquier otro lugar o tiempo, antes de que el Estado pueda aplastarla.”

Y continúa citando del ensayo de Hakim Bey cómo en una TAZ podemos “realizar muchos de nuestros verdaderos deseos, aunque sea solamente para una estación, una breve Utopía Pirata, una zona libre arrancada del viejo continuo del espacio-tiempo” y cómo potencialmente una TAZ incluye “las reuniones tribales de los 60, los cónclaves de eco-saboteadores, la idílica Beltane de los neopaganos, las grandes conferencias anarquistas, los círculos gays...”, por no hablar menos de “los nightclubs, los banquetes, los grandes picnics libertarios”.

Murray Bookchin, naturalmente, comenta que “habiendo sido un miembro de la Libertarian League en los años 60, ¡le gustaría ver a Bey y a sus discípulos participar en un ‘picnic libertario de los de antes’!”
Y sigue con algunos comentarios sobre las alabanzas de Hakim Bey al “analfabetismo voluntario” y a los sin-techo como “un sentido de virtud, de aventura”. En mi opinión Murray comenta acertadamente que:

El homelessness puede ser una ‘aventura’ cuando uno no tiene un hogar cómodo al que volver, mientras que el nomadismo es el lujo de aquellos que puedan permitirse vivir sin ganarse el sustento diario. La mayoría de los nómadas que recuerdo de la época de la Gran Depresión sufrieron vidas desesperadas de hambre, de enfermedad y de indignidad, que generalmente morían prematuramente - como todavía pasa hoy en las calles de la América urbana.”

Bookchin nos gana con el severo realismo, pero ese concepto de las zonas temporalmente autónomas me es tan familiar, y probablemente a él también, que es digno de considerar fuera del contexto que le da Hakim Bey. Muchos de nosotros hemos estado en situaciones que reflejan ciertas experiencias que se parecen a la manera en que creemos sucederían las cosas si viviéramos en una sociedad anarquista.

Creo recordar que en 1970 un lector de Anarchy, Graham Whiteman, escribió en aquella misma revista sobre el equivalente de las zonas temporalmente autónomas que percibió en los macro festivales que comenzaron a suceder a partir de 1967, haciendo especial referencia a Woodstock (celebrado en el estado de Nueva York en agosto de 1969). Desde entonces ha habido muchos más en los años subsecuentes.

Una vez que el concepto de “zonas temporalmente autónomas” se aloja en tu mente, empiezas a verlas por todas partes: momentos efímeros de anarquía que ocurren en la vida cotidiana. En este sentido describe un concepto quizás más útil que el de una sociedad anarquista, puesto que las sociedades más libertarias de las que tengo conocimiento tienen elementos autoritarios, y viceversa.

Leía recientemente la biografía escrita por Michael Holroyd del pintor Augustus John, un anarquista declarado que tenía un versión particular de la anarquía. Holroyd describe la vuelta de John, a sus 73 años, en 1950 a St-Rémy (Francia), un lugar del que había salido apresuradamente en 1939:

Los alimentos franceses no eran lo que habían sido y el vino parecía haber desaparecido. Pero por la tarde, en el Café des Variétés, pudo obtener todavía ese peculiar equilibrio entre el espíritu y el cuerpo que describió como ‘detachment-in-intimacy’. La conversación giró alrededor de él, el acordeonista tocaba, y fue recompensado en algunos momentos ‘por la aparición de una cara o una parte de ésta, de un gesto o de la conjunción de formas que reconozco como perteneciendo a un mundo más verdadero y más armonioso que al que estamos acostumbrados’.”

La última frase del viejo pintor describe de forma maravillosa la sensación de lo que, otro contribuidor de Freedom, Brian Richardson, llamaba “momentos dorados”. Su inhabituada visión de un mundo más verdadero y armonioso es el significado que me inclino a atribuir al concepto “zona temporalmente autónoma”.
FUENTE: http://raksasa.bitacoras.com/archivos/2006/05/10/reflexiones-sobre-las-zonas-temporalmente-autonomas-por-colin-ward

lunes, 17 de diciembre de 2012

Periódico COMBATE. versión digital

EL PERIODICO ANARQUISTA COMBATE, EDITADO POR JUAN PERELMAN AHORA PUEDE SER DESCARGADO EN

http://es.scribd.com/doc/117118695/COMBATE-Periodico

GUNDONOVIA FESTEJA EL TRIUNFO DE LA RESISTENCIA

Boxer

Cada 08 de dicienbre se celebra la fiesta de la comunidad Gundonovia; este
año el corregidor de la comunidad que es puerta del TIPNIS  donde empezó la
digna  resistencia a la trucha y extemporánea consulta, se esmeró para que
todo salga bien y sea una fiesta alegre, hubo jocheo de toros, palo
encebado, bastante carne, chicha, guarapo y musica, Jorge Noto se rajó
tocando  su violin y los macheteros bailaron para la virgen; este año en la
víspera de la fiesta, el gobierno finalizó su tramposa consulta en
Trinidad, pero en Gundonovia se festejó el triunfo de la resistencia, el
gobierno, con todo su aparato, con todas sus mentiras, con todas sus
prebendas, no pudo contra la resistencia, eran dos o tres canoas contra
helicopteros, aviones y deslizadores.
En la fiesta, se me acerco don Chiquitin Montenegro, dueño de la estacia El
Triunfo, diciendome "oiga don Boxer, dice que usted esta muy enojado
conmigo, por que en mi estancia se hizo la consulta? " ; le respondí no don
Chiquitin," la consulta fué expulsada de Gunonovia, dias despues a ocultas
llevaron a algunos a su estancia, FUERA DEL TIPNIS, fuera del território,
fuera de la comunidad, fuera del cabildo, que es el lugar donde se toman
decisiones; podrian hacerla en su casa de Trinidad o en la casa de
cualquier cojudo, no vale ni mierda, como tampoco vale la hecha en todo el
território".
Quintana, dolido por la jeta que le hinchó una valiente indígena en San
Ramoncito, no aparece por medios de prensa, tal vez quiere estar en el
anonimato pensando que si se mantiene así no lo involucrarán en lo de las
extorsiones, no cumplió con volver a San Ramoncito con el ejercito y la
policia el muy valiente.
En conferencia de prensa el Vice, con su amanerado movimiento de manos
trató de explicar cómo los tractores no dañarán el mejor bosque, el mejor
pie de monte del planeta.

Hemos oído gritos

(extracto traducido del artículo original)
JOHN ZERZAN

En un artículo a propósito de la matanza de Newtown (USA), donde 27 personas fueron asesinadas, de las cuales 20 eran niños, John Zerzan  señala que “el asesinato múltiple parece ser un fenómeno moderno y ahora común”. Luego de hacer un recuento de las primeras masacres en universidades, oficinas postales y las recientes matanzas familiares, señala

Y el silencio acerca de las ahora muertes crónicas se habla en voz alta. La patología es demasiado cercana a la cuestión de la naturaleza misma de la sociedad moderna de masas. Los datos de los EE.UU., por cierto, están cada vez más reproducidos en otros países desarrollados y en desarrollo. Evidentemente, cuanto más tecnológica la sociedad, es más probable que ocurra una carnicería. Y esto trasciende diferencias culturales, subrayando la importancia del factor tecnológico.

No se puede decir que la tecnología es el único factor, pero tiene mucho que ver con lo que pienso es la realidad de fondo detrás de estas conductas violentas casi diarias: la desaparición de la comunidad – la comunidad del cara a cara. Cuando la comunidad se ha ido, o casi, cualquier cosa puede suceder - y cualquier cosa sucede.

Mientras la comunidad se orienta a un punto de desaparición, los lazos sociales y la solidaridad humana se pierden, por supuesto. Actos nihilistas, incluyendo tiroteos, son síntomas del vacío aislado de la sociedad de masas. Como no podía ser de otra manera?
El antídoto radica en encontrar una base para una renovación de la comunidad: alejarse del páramo tecnificado de una sociedad cada vez más masificada y dispersa. No debemos cometer el error con lo que pasa como diálogo político, un discurso que aborda casi nada de importancia real. El sockeante escándalo ha sobrepasado límites y ya es hora de ver en lo que la sociedad se está convirtiendo rápidamente y por qué."

Fuente: http://anarchistnews.org/content/we-heard-screaming
diciembre 2012

viernes, 14 de diciembre de 2012

La voz de la rebelión

Agustín García Calvo
A ver si se puede oír esto:
Por la razón y el sentido común podemos decirle a este régimen que padecemos, a todos esos planes de economía futurista que nos invaden desde lo alto, desde donde Estado y Capital (que son lo mismo en todas partes) mandan y nos mandan encima que estemos informados y preocupados, como si nos fuera la vida en lo mismo que les va a Ellos: en el futuro de su dinero, de su euro o de su dólar o de su yen o como se llame, en el futuro de las ventas demenciales de sus averiados productos, de esos que están llenando de basura los sitios donde se podría –quién sabe– vivir.
Podemos porque se puede decirle que no, simplemente que no, sin necesidad de proponer nada a cambio (ya la gente sabe por lo bajo cómo apañarse sin Ellos o puede irlo sabiendo a medida que tenga que hacerlo): sólo hay que perder un poco el miedo personal y dejarse decirlo, porque ya está bien de que nos traten como a idiotas acojonados, que tiemblan por su futuro, que no piensan más que en la seguridad (¡ja!) que puede darles una cuenta corriente, en tener para pagar y seguir comprando chismes inútiles a costa de venderse y matarse por un puesto de trabajo de los que Ellos promocionaron y crean y nos obligan a tener o no tener, como a idiotas que están llenos de eso que tanto nos animan a tener: sueños e ilusiones personales (¡ejem!), y que por tanto, no se enteran de nada de lo que están haciendo. Todos los días por todos los medios, tratan de demostrarnos que eso es lo que somos: unos auténticos individuos (Ellos dicen “personas”, que es una cosa muy santa), y que no hay más en la gente que eso.
La penuria de cada día, la miseria que vemos dentro y fuera, hay que verla -nos dicen- como si fueran el bienestar y la riqueza mismos por el miedo a perderlas, a quedarse sin ello. No hay más que ver esos lamentos que se promocionan por ahí, que hacen a tantos salir indignamente a reclamar más empleo, más educación, más sanidad pública a las calles, olvidados de que tal vez no hace mucho, antes de que les informaran sobre recortes y demás amenazas futuras, ellos mismos podían haber estado echando pestes de todo eso que llaman empleo, educación o sanidad, lo mismo públicos que privados. Es lo que está mandado pensar: que hay que dar gracias al señor y seguir así, progresando en lo mismo, porque, si no, podríamos volver a las cavernas. Pero qué pasa si en vez de engañarnos sin lo que ellos nos venden, que bien mirado, no puede ser nada de verdad bueno ni deseable para nadie. Todo el mundo sabe que son sustitutos. Sirven para llenar unas vidas contabilizadas previamente, que consisten en un tiempo vacío en que temer o esperar un futuro y otro futuro, que eso no merece llamarse ni vida, que es una existencia abstracta y sosa a más no poder. El dinero acaba con las cosas.
Para perder ese miedo, no hace falta más que dejarse pensar y decirlo, el alivio y el ahorro que sería para todo el mundo no tener que seguir contribuyendo a sostener tanta insensatez, que no haya papeles que hacer a todas horas, que no haya que ir a ningún sitio por obligación, ni trabajo ni vacaciones ni semana laboral que engorden los bancos, que no haya oficinas ni bancos ni ministerios ni más ventas de pisitos, automóviles y demás inutilidades. ¡Eso sí que sería economía de la buena, sin estados ni fronteras, la de la gente viviendo en la tierra, libre de todos esos estorbos de Estado, Trabajo, Dinero, Familia, libres del Hombre y su Historia! ¿No sentís cómo tiemblan los padres de la patria eterna, los ejecutivos creyentes en el Futuro? Quien diga que no se puede será que tiene algún interés en mentir, porque poderse, claro que se puede, que nada de verdad lo impide.
Sólo que a la gente le han dicho que algún gobierno de lo alto, algún orden tiene que haber, hecho de leyes y policías, porque si no, el caos, la ley de la selva y el comerse los unos a los otros. Pero no puede ser tan tonta la gente para creerse eso ni dejar que nadie se lo crea ¿no?, porque eso nunca se ha visto más que en fantasías o películas: el único caos y la única jungla que conocemos son éstos que han producido la administración de los estados al servicio del Dinero con toda violencia impuesta, los tenemos delante cada día sus horrores, sólo con fijarnos en el tráfico mismo. El miedo a los fantasmas de lo que podría pasar si no nos defendieran las leyes y sus fuerzas armadas de esos fantasmas que ellos mismos fabrican para asustarnos, sólo ese miedo vano, esa fe en que estamos seguros contra los fantasmas de las guerras y hambrunas que salen por televisión, parece ser más que nada lo que permite que la pesadilla real continúe.
Pero no puede hacerse creer por siempre a la gente que el terror en que “vivimos” es normal. Como decíamos al principio, aparte del miedo personal que nos han metido, vive entre la gente la razón y el sentido común que pueden decirle que no a toda esa organización del Dinero sin miedo ninguno, porque es horrible y mentirosa, y caiga quien caiga. Algún día habrá que despertar y decirlo ¿no?: pues que sea ahora. ¡Abajo la mentira!
¿O es que no se piensa que a lo mejor las mujeres y sus hombres, libres del dinero, podrían vivir y dejar vivir? Porque lo que es con Él...
Otro día seguiremos razonando, que ya se sabe que no se derriba el régimen de un soplo, pero mientras tanto cabe acá abajo corroer la fe en las mentiras que lo sostienen y dejarlo que se hunda.
¡Salud y a ello!
Fuente: http://www.cnt.es/noticias/la-voz-de-la-rebeli%C3%B3n. Originalmente apareció en BICEL nº 20 - Mayo 2012, y representa su última publicación en la prensa libertaria. 


jueves, 13 de diciembre de 2012

CHAPARINA o la ch'ampa guerra como dispositivo de gestión estatal de Evo Morales

Carlos Crespo Flores

La ch’ampa guerra es el mecanismo por el cual el gobierno administra el país: hacer pelear a los y las bolivianas entre nosotros, por medidas o acciones promovidas o desarrolladas por el mismo poder central. Mientras existen estos conflictos la “gobernabilidad” está garantizada, pues no afectan ni cuestionan la legitimidad del poder gubernamental y sus políticas públicas fundamentales. Muchas de estas “ch’ampa guerras” son verdaderas operaciones encubiertas orientadas a neutralizar acciones de resistencia social o liderazgos emergentes críticos. Pero, como sucedió en Chaparina, la ch’ampa guerra no resuelve las problemáticas origen de las disputas, se las posterga para otro momento. Desde el caso de la VIII marcha y la represión de Chaparina veamos cómo opera la “ch’ampa guerra”.

1. El estado interviene sobre la realidad y crea y/o promueve el conflicto, a nombre del progreso y la aplicación de los derechos

Gobierno decide construir "si o si" la carretera por el TIPNIS

2. Resistencia del sector o sectores afectados

Subcentral TIPNIS se declara en resistencia, con apoyo de la CIDOB.- VIII marcha indígena

3. Organización(es) social(es) afín/ funcional(es) al gobierno beneficiaria de la medida, apoya la acción

Cocaleros, interculturales (colonizadores), líderes campesinos apoyan la medida y condena a los pueblos indígenas en resistencia. Organizaciones sociales afines obstaculizan paso a VIII marcha.

4. Gobierno apoya, explícita o implícitamente, a organización(es) social(es) afín/funcional al gobierno

Evo pidiendo a los jóvenes cocaleros "enamorar" a las yuracares para convencerlas que acepten la carretera por el TIPNIS.

5. El Estado reprime a la(s) resistencia(s) a nombre de "pacificar"

En Chaparina a nombre de los "derechos humanos", la necesidad de "pacificar" se reprime brutalmente a la VIII marcha.

6. El conflicto se agudiza pues no hay salidas. Riesgo de crisis mayor
La VIII marcha se fortalece y llega a La Paz con un ingreso apoteósico.

7. Llega/aparece el presidente/tata Evo como salvador, da una salida al conflicto -patear hacia adelante. La crisis se reduce, hasta la siguiente oportunidad.

Acuerdo de los liderazgos indígenas con Evo Morales, quien aparece nuevamente como el "salvador" de una situación que se pintaba crítica para el gobierno. El conflicto no se resuelve y dará lugar a la IX marcha.

PD. Publicado originalmente en el boletín anarquista Sociedad de Amigos contra el Estado Vol.2 no 3, 2012. Pp. 5.

lunes, 10 de diciembre de 2012

TIPNIS Y AUTONOMIA

Carlos Crespo Flores
2012

1. Debajo del cemento la autonomía

Sin la autonomía, sin la autodeterminación, los pueblos indígenas no son nada, sólo un poco de tierra o de barro que se pisa, o que se hace a un lado para que pase el "progreso de la historia" (Perelman, 2012).

Juan Perelman ha sintetizado lo que realmente está detrás de la lucha indígena en defensa del TIPNIS: proteger su autonomía, probablemente hoy su bien más preciado, porque esta es la garantía, tal vez la única, de no desaparecer como pueblo, sociedad, cultura, frente a la aplanadora que es la globalización del capital, del cual el gobierno boliviano es solo una tuerca más. Esta lucha autonomista, en la base, es antiestatal, contra la legibilización de este territorio y sus poblaciones por parte del estado.

2. El TIPNIS como región de refugio

“El TIPNIS puede ser calificado como región de refugio, porque su conformación ha sido un efecto directo de la construcción estatal. Contiene las cualidades esenciales que le permiten ser catalogado como tal, como el de ser un espacio de muy difícil acceso, donde radican pueblos con lenguas y culturas variadas, quienes al evadir los abusos durante el proceso de construcción y consolidación del estado colonial y republicano, encontraron su refugio para seguir reproduciendo su cultura y sus formas de vida ancestrales. Como una región de refugio, el TIPNIS es un área marginal en aspectos geográficos, económicos y políticos que lo distingue claramente de un área de mando estatal.” (Galarza, 2012:23).

A lo largo de su historia larga yuracares, chimanes y moxeños, con sus particularismos, y buscando mantener su autonomía frente a los diversos poderes externos (iglesia, escuela, ganaderos, hacienda, petroleras), han ido huyendo hacia la región del TIPNIS y estructurando esto que Jaime Galarza, siguiendo la huella de James C. Scott, denomina "región de refugio".

3. Álvaro y su (in)comprensión de la autonomía indígena

“Toda la trama de poder colonial patrimonial (en el Beni) converge en la figura del hacendado y su mando omnipresente y paternal. Y si bien la dispersa organización indígena mantiene su autonomía local a nivel de corregimientos, cabildos, centrales y subcentrales, no ha logrado convertirse en fuerza dirigente a nivel local o regional, ni mucho menos disputar la autoridad y mando a la estructura hacendal patrimonial” (García Linera, 2012ª:25)

De entrada García Linera tiene una concepción reduccionista, estadocéntrica de la autonomía, entendida como "desconcentración territorial del poder" (García Linera, 2012a:3); por el contrario, si la autonomía es una capacidad de iniciar una tarea y hacerlo en la manera de uno y como dominio de las interacciones, la dispersión, descentralización, nomadismo de los modos de vida de los pueblos indígenas del TIPNIS, constituyen la expresión de su autonomía, contradictoria con las estrategias políticas estadocéntricas de “disputar la autoridad y mando”, esto es tomar los aparatos de estado, seguir los pasos del IP-MAS en la región andina. La autonomía es la evidencia de la dispersión de los pueblos indígenas del TIPNIS (y de tierras bajas); para tener una estrategia de poder son necesarias formas centralizadas y jerárquicas, como en las regiones altoandinas, donde la forma sindicato se ha tornado dominante. Álvaro está pidiendo a los pueblos indígenas del Beni que actúen como en occidente, donde los liderazgos indígenas, aprovechando su número, organización jerárquica y estadocentrica, se convirtieron en "fuerza dirigente a nivel local o regional" y disputaron el mando a las elites dominantes, sien-do el MAS la expresión mayor de aquello. Por el contrario, la relación de los indígenas del TIPNIS con el Estado antes que el pacto de reciprocidad o tregua pactada, ha sido la huida, reducir al máximo su contacto, estructurándose regiones de refugio autónomos.

4. El TIPNIS no es lucha por los excedentes

“Cuando la sociedad sabe que hay un excedente mayor que antes ya no se moviliza en función de modificar la estructura estatal, no, eso queda atrás, ahora comienzan a expandirse las movilizaciones por como consolidar el uso de ese excedente, mediante derechos. (García Linera, Álvaro, 2012b)

Es lo que espera Álvaro, que la gente se movilice para pedir cosas al estado, los “frutos del crecimiento”, demandando obras, servicios, y este es el tipo de organizaciones sociales, formas de acción colectiva que el “gobierno de los movimientos sociales” está estructurando, a partir de su cooptación y control.

La política de demanda es funcional a la razón de estado y una de ellas es la demanda de compensaciones por costos y/ o impactos ambientales, por el cual, a cambio de la construcción o implementación de mega proyectos en territorios indígenas, estos negocian compensaciones, monetarias o en especie. Es lo que no han hecho los indígenas del TIPNIS, hasta hoy, como ha sucedido en la región guaraní o chiquitana, con efectos perversos como denuncias de corrupción y conflictos por la distribución de las compensaciones.

5. ...Tampoco es una lucha por derechos (solamente)

Ésta es una característica contemporánea, un momento de expansión económica, de proliferación de acción colectiva, de movilizaciones que no ponen en duda la estructura del Estado, la forma estatal ni la forma económica, sino que lo que hacen es buscar consolidar bajo la forma de derechos este nuevo excedente creado por la sociedad. Eso va a caracterizar esta etapa.” (García Linera, Álvaro, 2012b)

Periodista pregunta a Álvaro García Linera“¿Por qué construir esa carretera a pesar de la oposición de una parte de la población?” Este responde y de los tres motivos, uno es precisamente aplicar derechos:
para garantizar a la población indígena del parque el acceso a los derechos y garantías constitucionales: agua potable para que los niños no se mueran de infecciones estomacales. Escuelas con profesores que enseñen en su idioma preservando su cultura y enriqueciéndola con las otras culturas. Acceso a mercados para llevar sus productos sin tener que navegar en balsas una semana para vender su arroz o comprar sal 10 veces más cara que en cualquier tienda de barrio. (García Linera, Álvaro, 2012a).

Demandar al estado derechos es la forma de acción colectiva promovida por los poderes dominantes, pues de esta manera las demandas se mueven dentro un horizonte estadocéntrico; pedirle cosas al gobierno, la cooperación, bajo la forma de derechos, es la expresión mayor de ciudadanía regulada, funcional al proyecto estratégico estatal, hoy, de generación de excedentes en base a la destrucción de la naturaleza y sus servicios. La política de demanda para el vicepresidente es una interrelación entre lucha por excedentes y ejercicio de derechos.

Por su carácter confrontacional, no es posible cohesionar la sociedad desde los derechos. Hoy, asistimos a la impronta de conflictos, disputas, promovidas directa o indirectamente por el estado, donde poblaciones se enfrentan a otras poblaciones, en diversas escalas y magnitudes, y por diversos motivos, pero todos reivindican el derecho de acceso, uso, propiedad de un bien o recurso. Es “tu derecho frente al mío” el principio que está detrás de esta “ch’ampa guerra”. Para el gobierno el discurso de los derechos es el dispositivo para legibilizar el TIPNIS, controlarlo, intervenirlo a nombre de su modernización.

6. La defensa del TIPNIS no pasa por el voto

“…el movimiento indígena debía estar en las instancias donde se toman decisiones, se había avanzado en concejales, asambleas departamentales y se presentó el desafío de Gobernación frente a dos grupos: el frente único de los partidos opositores tradicionales y del oficialismo, el MAS.
“¿Dónde quedaban los indígenas en medio de estos dos grupos? Después del sabor amargo que dejaron los grupos tradicionales que siempre gobernaron el país, que avasallaron nuestro territorio y que gracias a la marcha del 90 no terminó alambrado”, dijo que estas reflexiones llevaron a decidir a presentar una candidatura a la Gobernación y postularlo a Nuny, aún a costa de que pierda los privilegios que tenía como diputado. (Los Tiempos, 25/XI/2012)

El argumento de García Linera y los liderazgos masistas, considerar que la defensa de los “derechos indígenas” pasa por acceder a las instancias del poder estatal, es también el de los dirigentes indígenas del Beni, al decidir participar de las elecciones de la gobernación por aquel departamento.
Esta estrategia no solo que fue decidida cupularmente, sino que ha debilitado la resistencia del TIPNIS, pues los esfuerzos desde la dirigencia indígena se han dirigido a la campaña electoral antes que la resistencia del TIPNIS.

7. La resistencia indígena de abajo

“Aquí en Gundunovia pensaron que no había gente resistiendo, principalmente nosotros que vivimos en la comunidad, somos bastante, la mayoría, que dijimos que no va haber la consulta y lo seguimos manteniendo.
Nosotros sabemos que en las comunidades del TIPNIS han rechazado la consulta, a pesar que el gobierno dice mintiendo que ya está el 70%, que han aceptado la consulta, que han aceptado la carretera, pero no es así, en la realidad no es así. Más bien se están molestando las comunidades, si el gobierno sigue insistiendo, las comunidades se van a levantar y van a ir al lugar del terreno ande va ser la carretera, ahí nos vamos a ver de frente y con quien sea”.
(Comunario Gundonovia, 3/XII/2012)

Jaime Galarza cuenta que los indígenas normalmente evitan el conflicto, y solo van al enfrentamiento como último recurso, cuando ven que no hay otra salida. Las poblaciones del TIPNIS hoy están jugando su vida como grupo social, cultura, es una resistencia biopolítica, pues esta región de refugio autónomo, su “loma santa”, se halla amenazada irreversiblemente con la construcción de la carretera.

FUENTES
- Galarza R, Jaime (2012) TIPNIS ¿una región de refugio?; mimeo.20 pp.
- García Linera, Álvaro (2012) Geopolítica de la Amazonía. Poder hacendal-patrimonial y acumulación capitalista. La Paz: Vicepresidencia del Estado Plurinacional; 112 pp.
- García Linera, Álvaro (2012ª) “El pueblo boliviano vive la mayor revolución social” Entrevista de La Jornada de México a García Linera: Miércoles 8 de febrero de 2012 Luis Hernández Navarro 7 pp. http://www.vicepresidencia.gob.bo/IMG/pdf/entrevistalajornadademexico.pdf
- García Linera, Álvaro (2012b) El Vice, la sexta fase del proceso de cambio y el reparto del excedente Entrevista de Los Tiempos de Cochabamba, por Juan Cristóbal Soruco y María Julia Osorio; 13 de agosto de 2012.
- Perelman Fajardo, Juan (2012) TIPNIS IX Marcha. El gobierno del MAS ha consumado un golpe de estado contra las autonomías indígenas. En http://anarquiacochabamba.blogspot.com/
- Nuni, Pedro (2012) Defensa del Tipnis continúa. Entrevista en Los Tiempos de Cochabamba. 25 de noviembre 2012 http://www.lostiempos.com/diario/actualidad/nacional/20121125/nuni-defensa-del-tipniscontinua_193453_411819.html
- Entrevista a comunario de la resistencia indígena de base en Gundonovia, publicado el 3-XII-2012 en http://chaskiclandestino.blogspot.com/

PD. Publicado originalmente en el boletín anarquista Sociedad de Amigos contra el Estado Vol.2 no 3, 2012. Pp 2-4