martes, 22 de septiembre de 2015

Boletín BIBLIOTECA CESAREO CAPRILES No 1-2015 – DESCARGAR


INDICE
Presentación 2
“Gramsci está muerto” según Richard Day 2
Educación libertaria. Las escuelas Summerhill y Sand en Inglaterra 3
En el Solterito 4
Esbozos de Pedagogía libertaria en el Altiplano (1946-47) Marcelo Maldonado
5
Individualismo en Cochabamba. Carlos Crespo 12
Poema Anarquista sin título. John Cage 16
La noción de trabajo en el cristianismo. 16


https://drive.google.com/file/d/0B185uz-rmAArS195SlZPdXczN0U/view?usp=sharing


martes, 15 de septiembre de 2015

BIBLIOTECA CESAREO CAPRILES INAUGURA ACTIVIDADES


Este sábado 19 de Septiembre, desde hrs 10:00 am, se invita a la Convivencia Cultural Libertaria.
Juan Perelman, del periódico Combate, hará una platica “RASTREANDO LOS ANTECEDENTES HISTORICOS DE UN PACTO FEDERAL EN BOLIVIA ”.
Asimismo, presentaremos el No 1 del Boletin de la Biblioteca Cesareo Capriles.
Ambos documentos estarán disponibles para lxs asistentes.
Camino a Paukarpata -lado del restaurant Paraiso de las Américas.
Chichita del tio Justico, ambrosía, platito de la tarde y mucha fraternidad.
SALUD Y ANARQUIA VALLUNA
Imagen: Juan Perelman en la IX Marcha del TIPNIS (centro), a su lado el cc Boxer

martes, 8 de septiembre de 2015

Marx y los luditas

Por: Chellis Glendinning 

Marx acentuó la industrialización como el catalizador en la dialéctica hasta la revolución proletaria. Por toda su perspicacia sobre los dolores y errores capitalistas, aunque dirigió la mirada a las desigualdades entre trabajador y dueño y, por eso, perdió un hilo esencial.

Otros pensadores no lo perdieron. Según Lewis Mumford, la Mega-máquina es el prototipo de la sociedad tecnológica; proporciona el mapa de todos sus espacios, estructuras, instituciones, relaciones y valores. Por su parte, Jacques Ellul vio la totalidad de lo técnico en todas sus dimensiones como un sistema de dominación. Ellos tenían un ojo por sus rasgos subyacentes.

Por ejemplo, hay la obligación de ultra-eficiencia (la cadena de montaje, la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta). Y la urgencia del tiempo (el reloj, la agenda). Hay la glorificación de lo lógico y la subordinación de la naturaleza (la mente sobre la materia). A la máquina seres sentados no son más que objetos de utilidad (trabajador como dentada/robot, ratón del laboratorio). Además, hay fragmentación de roles hasta que cada sector no sepa lo que está haciendo el otro (la militarización de producción). Hay obsesión con el futuro/antigüedad intencional ¡El último modelo! )— y posteriormente la pérdida de memoria.

También, la solución técnica: la insistencia de que los problemas creados por máquinas puedan ser arreglados por más máquinas. Por ejemplo, la fractura de comunidades por las presiones de industrialización y el alza de megaciudades implantan desorientación, pérdida de raíces y alienación. ¿La solución? Teléfonos que prometen “conexión” constante.
Antes de Mumford y Ellul, los ludistas del Cinturón Industrial en Inglaterra fueron los primeros que comprendieron la médula del problema. Su propio modo de vivir –la herencia de generaciones de horticultores, artesanos, tejedores, pastores y cazadores– estaba amenazado con su extinción. De veras enfrentaron un choque de “civilizaciones” (imperio contra gente de la tierra, grandiosidad contra escala humana, dominación contra soberanía).

Después de tratar de arreglar sus sufrimientos con peticiones y audiencias –sin ningún resultado– los ludistas optaron por acciones directas: forzaron la entrada en las fábricas y ¡destruyeron las tan odiadas ruecas mecánicas! Según Kirkpatrick Sale en Rebeldes contra el futuro, el suyo es un cuento de “cartas seudo-anónimas, incursiones nocturnales, operaciones casi militares, secretismo y solidaridad, y una campaña para instigar miedo, o pánico, o temor en los corazones de sus blancos”. En otras palabras, lanzaron un conflicto guerrillero tan fuerte, que el Gobierno inglés envió para aplastarlo más militares que a Francia en la batalla contra Napoleón, para encarcelarlos, pegarles unos tiros o desterrarlos a Australia.

Eficazmente sufocó el alzamiento– y después, la palabra “ludista” fue reducida a “una persona que irracionalmente odia las máquinas”.

Pero los luditas no eran eso: lanzaron una rebelión basada en la comprensión de que la nueva manera de vivir–como dentadas grasientas en las máquinas bajo el ojo despiadado de dirigentes, respirando aire fétido, tomando agua tóxica; sin jardines y selvas, sin artesanía, sin estrellas en el cielo, sin tiempo–marcó el fin de familia y comunidad, independencia, significancia y bienestar; en vez de eso, inauguró miseria. Tal perspectiva era el primer análisis sistémico de la sociedad industrial.

Podemos contemplar en como afectó a Marx 50 años después. Y a usted ahora, justo cuando el mundo global continúa su marcha futurista exactamente como una máquina.

La autora es psicóloga y escritora.
www.chellisglendinning.org

Originalmente publicado en Los Tiempos
02/09/15
http://www.lostiempos.com/diario/opiniones/columnistas/20150902/marx-y-los-luditas_314063_695850.html

viernes, 4 de septiembre de 2015

Biblioteca Cesareo Capriles invita a CONVIVENCIA CULTURAL LIBERTARIA



Biblioteca Cesareo Capriles invita a la CONVIVENCIA CULTURAL LIBERTARIA
Conferencia: JUAN PERELMAN (Periódico Combate) “Tesis sobre Federalismo en Bolivia
Presentación Boletín Biblioteca Cesáreo Capriles No 1 Habrá cariño de la casa, pero, traiganse para comer, tomar y dormir
Sábado 19 de Septiembre. A partir de hrs. 10:00
Lugar: camino a Paukarpata (2km al norte de Quillacollo –lado del Restaurant Paraiso de las Américas)
Fonos de contacto: 4261133/77955559

jueves, 3 de septiembre de 2015

YAWAR NINA PRESENTA SU LIBRO LA MIRADA INTERIOR EN TIQUIPAYA -Cbb


El 22 de Agosto, el cc YAWAR NINA presentará su libro LA MIRADA INTERIOR. Local Doña Teodocia, Tquipaya, a partir de Hrs. 19:00. Asimismo, entre el 22 al 24 estará a disposición del público la exposición itinerante de YAWAR-fotografía, literatura, illas, afiches, montajes.


Para la Diva de la Libertad



                                                                                                    Nina Mansilla Cortez

Debo decir que hace unos meses decidí hacer un pequeño homenaje escrito a Diva Arratia, porque considero que los homenajes hay que hacerlos en vida y no cuando ya hemos dejado este mundo. Dicho homenaje no pudo ser publicado en los medios escritos convencionales por su extensión y contenido. De todas maneras, la grandeza de Diva trasciende los ciclos de la vida y hace posible recordarla  y reivindicarla.

La conocí hace 18 años, cuando empecé mi búsqueda política en la Fundación Che Guevara, sí, cuando se cumplían los 30 años de la muerte del Comandante Ernesto Che Guevara. Allí se agrupaban varias generaciones, desde los más jóvenes entre los que me encontraba yo, hasta las más serenas y estoicas, aquellas que sobrevivieron a la prisión, a la tortura y al exilio, entre ellas y ellos estaban Antonio Peredo (+), la recordada Mirna Del Río (+) y su querida prima Diva Arratia (+), ambas fueron dirigentes del magisterio antaño, allí donde para conquistar algún derecho había que enfrentar las balas que negaban la democracia. En cada conversa escuchamos y aprendimos hermosas lecciones de lucha, rebeldía y resistencia de nuestras queridas compañeras.

Con los años fui siguiendo de lejos la lucha de Diva, la veía en reuniones, en marchas, en bloqueos, siempre lúcida y combativa, a pesar de los males que arriban con la edad. Fue hace unos tres años que decidí junto a otra amiga hacer un documental sobre la vida de Diva, pero esta intención fue interrumpida por nefastos motivos.

Varias fueron las sesiones que compartimos con Diva, quien todavía se mantenía activa en algunas organizaciones como la APDHLP y cuanta actividad política había. Aquellas tardes eternas se quedaron en mi ajayu, me enamoraron tantas historias inolvidables, anclándome una vez más en el pasado y entendiendo que todos podemos decidir qué ideal de vida queremos seguir.

Imaginar a esa niña de seis años, escondida bajo la mesa de la sala, escuchando las reuniones de su padre y sus camaradas del PIR en Potosí; aquella adolescente que a sus 12 años  cruzaba la ciudad militarizada llevando en su cuerpo bombas molotov para los militantes del PIR de una sede a otra en pleno sexenio del silencio, esa joven que vivió el colgamiento de Villarroel donando sangre y  recogiendo heridos. Conmoverme al escucharla relatar la persecución política que vivió desde sus 15 años por su actividad política al ser presidenta de la FES (Federación de Estudiantes de Secundaria) y por la militancia de sus padres piristas. Retroceder en el tiempo y mirarla junto a Coco e Inti Peredo, haciendo una hoz y un martillo de fuego en el mirador de Killi killi, fundando la JCB y queriendo cambiar la historia.

Cuánto me emocioné al conocer su lado femenino, Diva combinando la maternidad y la militancia, de la guardería a la reunión, entre la clandestinidad y la ternura, madre y maestra rural allá en Norte de Potosí, para luego convertirse en una de las más aguerridas dirigentes del Magisterio Urbano. Conmoverme hasta las lágrimas al escuchar sus relatos de persecución, prisión, tortura y exilio, esa vida que ha sentido en carne propia la violencia de la bota militar, que ha sido capaz de volver del más allá varias veces, como cuando cayó enferma con una parálisis de la mitad de su cuerpo, para luego volver y seguir combatiendo a la dictadura militar desde su propia trinchera, fundando la UMBO (Unión de Mujeres de Bolivia), trabajando en la logística de una marcha de 40.000 campesinos, admirar sus múltiples facetas en el partido, en el sindicato y en su propia organización.

Pero si hay algo que distinguió a Diva de los demás sobrevivientes a las dictaduras, fue su actitud inquieta ante la historia y las terribles secuelas que implica enfrentarse al poder y al sistema. Cada exilio, cada fuga fue una aventura y de las más intrépidas, no precisamente un martirio. Ese intenso amor por la vida y la justicia social probablemente han hecho que Diva siga viva entre nosotras y nosotros, haciendo de la coherencia, dignidad y lealtad su propia
cotidianeidad.

¿Por cuántas organizaciones sociales y políticas habrá dejado Diva su semilla de rebeldía y resistencia? ¿Cuántas y cuántos habremos tenido el gusto y honor de llamarla compañera? No puedo responder sola estas preguntas, solo sé que aquel o aquella que esté leyendo o escuchando esto, podrá responderlas solo en parte.

Compañera Diva, cómo no recordarte en las jornadas de febrero negro y octubre rojo el 2003, subiendo y bajando de El Alto a pie, llevando y trayendo información que solo podía ser dicha en persona, coordinando la resistencia, haciéndole una afrenta a tu propia salud en defensa de ese bien común por el que varios murieron, cómo no evocarte en todas las reuniones donde se reivindica la defensa de los derechos humanos, en cada marcha que reclama  por nuestra vida y dignidad de mujeres. Si el tiempo pudiera hablar y contarnos ¿en cuántos pasajes de nuestra historia te ha visto combatiendo? ¿de cuántos procesos de cambio habrás sido su protagonista?

Qué paradójica y macabra es la vida en sus últimos años, me cuesta entender qué es lo que nos quiere decir la soledad y el olvido al final de nuestros días, ¿qué lecciones más hay que aprender? Imagino cuán duro debió ser haber luchado tanto por un ideal de justicia social, verdad y solidaridad, contra la miseria, la opresión, la traición y el abuso de poder, sembrando revolución, dignidad y resistencia, sacrificando la vida y la familia en pos del gran día en que nuestros anhelos se hagan reales; tener que sobrevivir y ser testigo de este triste circo decadente.

Para ti querida Diva, una leve reseña de tu grandiosa vida, con todo el cariño y la admiración que siento al pensarte, recordarte y verte aún entre nosotros. Que tus historias sigan esparciéndose en el viento como semillas de rebeldía, que tu lucha y resistencia siga siendo nuestro ejemplo y no se quede en el olvido, un pequeño homenaje que te reivindique como matriarca de la libertad. ¡JALLALLA DIVA!