jueves, 27 de septiembre de 2018

JORGE ZABALA ANARQUISTA


Carlos Crespo Flores
2018

Estudiar el pensamiento del escritor cochabambino Jorge Zabala es un trabajo por realizar, y será tema de un conversatorio en preparación por parte de sus amigos. Es que Zabala fue un adelantado a su época, tenía la ventaja de no haber sido contaminado por ideologías autoritarias en su formación, como el marxismo, nacionalismo, fascismo, indigenismo, por tanto, pudo desplegar un pensamiento autónomo y abierto.
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Una de las influencias de Jorge, sin duda, ha sido el anarquismo. En 1970 escribe “Exorcismos”, un libro de ensayos sobre cultura, donde la veta libertaria esta visible. Estaba actualizado con la impronta juvenil de los 60’s, como se sabe, un movimiento de claro contenido anarquista en muchas de sus facetas organizativas. Como muestra el libro, conoció Sartre, la Nueva Izquierda Norteamericana, el Black Power, Marshall McLuhan, la escuela de Frankfurt, pero sus inclinaciones ácratas son la fuente inspiradora.

Desde esta veta llama la atención sobre las instituciones cada día “más perpetuantes y absorvedoras”, particularmente estatales, y exclama sobre “el hastío hacia los que administran la bondad”. Asimismo, realiza una crítica severa al “arte para el pueblo” promovido por el “socialismo latinoamericano de Estado”, como Cuba y Chile (eran los tiempos de Salvador Allende) y defiende “formas de pluralismo o anarquismo socialista”, para “proveer esa participación unánime”.

Frente a la moral espartana, controlada por el Estado, muy similar al autoritario “socialismo real”, el ensayista hace referencia a las “normas anarquizantes” de la escuela cínica en Grecia, quienes “sustituyen el amor matrimonial por el amor libre, en un ansia de retorno a la naturaleza y desprecio a las instituciones sociales, pues creen que el sabio no necesita leyes, ni gobierno ni autoridad, porque le basta su propia moral de renunciación”. En el artículo “las maneras anarquistas”, Zabala recupera al “príncipe y explorador anarquista” ruso Piotr Kropotkin y su estrategia de “solidaridad comunal y gobierno propio”, como son las diversas formas de asociaciones libres, pues “es esa acción libre en que se dibuja la nueva poética humana, de manera que el hombre goce de sus derechos como tal”. Inscrita dentro de lo que denomina “razón sensual”, destaca los aportes hedonistas de Oscar Wilde, su rechazo de “mentalidades como la griega que reconoció la esclavitud, o la cristiana que reconoció el dolor”; y la comprensión del socialismo libertario como revolución estética e intelectual que ha vibrado “con su influjo” en la movida del 60’, como “las almas bellas de París, los hippies-anarquistas en California, seudomarxistas de Berlín, y liberales en Praga”.

 Y su actitud en si misma era anti-autoritaria. No tenía respeto por intelectual o académico alguno, por más famoso que fuera, y lanzaba sus profundas, irónicos y graciosos comentarios y preguntas. Se podría decir que Jorge Zabala fue uno de los primeros punks de la escena intelectual local.
   
Amaba la ciudad y el paisaje valluno. De hecho, el seudónimo de su columna en Los Tiempos era Jorge Agrícola. Mientras tanto, me quedo con la imagen pintada por el poeta Eduardo Mitre: “porque ¿quién eras tú, /Jorge Zabala, /sino la palabra imprevista, /la imagen insólita/que de pronto saltaba por encima/de nuestras tazas de café/como un pez espada/decidido a no perecer en peceras de papel/ni menos en las aguas/inseguras de la memoria?”.

viernes, 14 de septiembre de 2018

Cochabamba y el paisaje desaparecido. A propósito de un poema de RIGOBERTO TORRICO






Carlos Crespo Flores

El paisaje del valle cochabambino. Solo quedan recuerdos. Y son los que están alejados del lugar que los vio nacer quienes la añoran y sueñan. Pero, son los poetas que lo declaran desde el verso.

La literatura cochabambina ha tomado atención, celebrado y descrito el paisaje, su flora y fauna; pero también las interacciones del valluno, urbano o rural, con su entorno, de las relaciones de poder existentes bajo este fondo.

Quiero referirme al poeta local Rigoberto Torrico, (1858-1916), proveniente de una familia tradicional valluna, quien en su poema "A Cochabamba", habla desde el cochabambino ausente. Extraigo tres versos directamente relacionados con el propósito del presente texto:

“Y mis ojos no encuentran las delicias
de tus campos floridos, que embalsaman
tus auras, con aromas celestiales,
con aromas de flores, que hoy le faltan.

El aire que aspiraba en ti mi pecho,
mezclado del perfume de la acacia,
del mirto, del azahar, clavel y rosa,
que es el ambiente que de de ti se exala;

hoy no lo aspiro ya, mi pecho sufre
sin tu aliento, mi amada Cochabamba,
y tu recuerdo, tierra de las flores,
tierra de promisión, enferma a mi alma.”

Los ojos del poeta están hambrientos del paisaje valluno, de los "campos floridos", los aromas de las plantas y flores. Es tal el deseo que hasta el alma se "enferma".

Se debe destacar el conocimiento que tiene Torrico de la flora local, árboles y flores. Entre los primeros, seguramente se refiere a la "acacia boliviana", también conocida como "churqui", una especie forestal local de las cientas extendidas en el planeta. Pero también menciona el mirto, un arbusto propio de la formación tucumano boliviana, conocido en el país como "arrayan". Asimismo, el poeta suspira por el perfume de la flor de azahar, denominación para la flor del naranjo y el limonero, especies introducidas durante la Colonia. Finalmente, señala el clavel y la rosa, plantas de jardín, también traídas por los españoles; estas flores, en los siglos XIX y parte del XX, solo era posible verlas en jardines de las élites vallunas, sea haciendas, casas quinta o casonas urbanas. Ese era el entorno del poeta.

Este escenario no existe más. La intolerancia depredadora, a nombre de la modernización y el progreso, han destruido el valle. Pero, los aedos locales nos lo han recordado periódicamente.

Cochabamba, septiembre 2018

IMAGEN: Detalle de árbol de acacia boliviana o churqui

lunes, 10 de septiembre de 2018

Memoria del conversatorio dedicado a la obra del poeta ALVARO ANTEZANA J.




Panelistas
- Gustavo Soto
- Lourdes Saavedra
- Luis Navarro
- Luis Navarro

30 de agosto 2018
Café Caracol