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El Estado es una condición, una cierta relación entre seres humanos, una forma de comportamiento humano; que destruimos estableciendo otras relaciones, comportándonos de manera diferente, con uno y con el otro” (Gustav Landauer).
La Ciudad Libre de Christiania en Copenhague es uno de los pocos modelos en curso de proyectos urbanos aislados integrados dentro una contra-cultura real. Así se explica porque las autoridades danesas buscan “normalizar” y “legalizar” esta zona liberada urbana, generando el último tiempo fiera resistencia de sus habitantes.
Como muchos otros espacios okupados (squats) en Europa occidental y los Estados Jodidos (EEJJ) (como dice Alison Spedding), Christiania empezó en los 70’s cuando la gente tomó un área de barracas militares abandonadas en Copenhague. El barrio tiene un complejo sistema de autogobierno, con difertentes asambleas que manejan diferentes tareas. Todas las decisiones son tomadas por consenso, aunque se suelen realizar sondeos para evaluar la opinión de los residentes.
A inicios de los 90’s, los residentes de Christiania prepararon su plan verde en respuesta a un plan de desarrollo de las autoridades para el área. Basados en el principio de auto-organización, ellos buscaban el desarrollo de Christiania como un área urbana abierta, creativa y constructiva, en equilibrio con la naturaleza.
El plan ha estado en proceso de implementación por los últimos veinte años, específicamente busca convertir Christiania en ecológicamente sustentable y al mismo tiempo mejorar los ambientes naturales y construidos. Los habitantes de Christiania basan su trabajo en tres princvipios fundamentales: autogobierno y responsabilidad, solidaridad, equilibrio con la naturaleza. Fieramente anti-capitalistas y abiertos, los Christianitas han construido sus casas de chatarra que nadie más quería. Los okupas han construido sus viviendas en diversas formas, redecorando su paredes con murales y graffities, elaborado su propia moneda y bandera; los autos están prohibidos en la zona, el uso de energías renovables, el reciclaje de residuos y agua es general, bajo la premisa que la naturaleza y cultura deben ser parte de la ciudad.
La rica experiencia de autogobierno urbano de Christiania está basada, y al mismo tiempo es expresión de la autonomía obtenida por sus habitantes:
“Los residentes de Chirsitiania han logrado cambios significativos en la forma en que viven y perciben como sus necesidades. Lo han logrado porque la comunidad esá basada en la autonomía y el derecho de los habitantes a decidir por sí mismos en qué tipo de ambiente desean vivir. Tomar decisiones colectivamente y con la responsabilidad de la comunidad les ha dado una comprensión común de sus necesidades para una vida sustentable en equilibrio con la naturaleza. Las iniciativas de mejoramiento ambiental en Christiania son el resultado del autogobierno y la participación directa, tanto en la toma de decisiones acerca de las mejoras a través de una estructura descentralizada y consensuada de toma de decisiones, y el trabajo directo realizando las mejoras por si mismos” (Curious George Brigade, 2005:26).
Basado en el texto
Curious George Brigade (2005) Liberate not Exterminate;
Hakim Bey es uno de los que ha profundizado la reflexión acerca de la autonomía desde el espacio en sus diversas expresiones, continuando la perspectiva proactiva de la tradición anarquista. Inicialmente se pregunta: “¿Es que estamos condenados, los que vivimos el presente, a nunca experimentar la autonomía, a nunca habitar ni por un momento una tierra regulada sólo por la libertad? (pp. 3). Respondiendo positivamente, desde ejemplos pasados y del futuro (la literatura ciberpunk), así como prácticas actuales, muestra la existencia de “enclaves libres” autónomos. Estas serían las zonas temporalmente autónomas (TAZ):
“La TAZ es una forma de sublevación que no atenta directamente contra el Estado, una operación guerrillera que libera un área -de tierra, de tiempo, de imaginación- y entonces se autodisuelve para reconstruirse en cualquier otro lugar o tiempo, antes de que el Estado pueda aplastarla” (pp. 5).
La TAZ solo puede ser producida por sujetos autónomos, aquí y ahora:
“La TAZ no es el heraldo de ninguna falsa promesa de Utopía Social a la que debamos sacrificar nuestras vidas para que los hijos de nuestros hijos puedan respirar un poco de aire libre. La TAZ debe ser el escenario de nuestra presente autonomía, pero sólo puede existir bajo la condición de que ya nos consideremos en efecto seres libres” (pp. 36).
La temporalidad de una TAZ dependerá de su invisibilidad: “Quizás algunas pequeñas TAZs hayan durado vidas enteras, y ello gracias a su capacidad de permanecer ignoradas” (pp. 5-6).
La TAZ no se la teoriza, se la practica: “TAZ es un microcosmos de ese «sueño anarquista» de una cultura libre, no se me ocurre mejor táctica para trabajar por ella que experimentando a la vez algunos de sus beneficios aquí y ahora" (pp. 6).
Asimismo, según Bey “El TAZ persigue por encima de todo eliminar la mediación, experimentar la existencia como inmediatez (pp 15)… con ataques efectivos a la realidad consensuada, rupturas hacia una vida más intensa y abundante” (pp 20).
Fuente
Bey, Hakim (1990) La zona temporalmente autónoma; Autonomedia, 53 pp.
Imágenes
1. Tapa del libro editado por Autonomedia
2. El autor, Hakim Bey, seudónimo de Peter Lamborn Wilson