lunes, 4 de junio de 2012

Bolivia: Nina y Henry acusados de terroristas

Victoria Aldunate Morales

El jueves 31 de mayo, la audiencia duró cerca de tres horas. Al terminar, unas 40 personas, bastante diversas, familiares, gente adulta, jóvenes, que esperaban en el cuarto piso del Juzgado 1° de Instrucción en lo Penal-Cautelar, comenzaron a exigir a gritos: “¡Libertad a Nina y a Henry!"...

Más de alguna discutió con los numerosos policías en sus trajes de fuerzas especiales, que también abarrotaban los pasillos -no faltaron los de civil, siempre tan identificables-. En la calle, frente a la salida de vehículos de los juzgados había unos 30 jóvenes tocando música autóctona –boliviana- con carteles escritos a mano en cartulinas de colores que decían principalmente: “Ser anarquista NO es ser terrorista” y “Somos artistas, No terroristas”. Chicos y chicas, también adultos y adultas jóvenes, vestidos con colores o de negro, con capuchas o no, morenos, mestizas, populares, indígenas. Los unía el enojo por lo que definen “criminalización de sus organizaciones”, y el apoyo a la joven y a los jóvenes que ahora eran conducidos a cárceles y a detención domiciliaria en vehículos de vidrios ahumados. Dos habían quedado detenidos: Nina Mancilla Cortez en la cárcel de mujeres en la zona de Miraflores en La Paz y Henry Segarrundo Ariñez en la Cárcel de San Pedro, también en La Paz. Ambos son músicos y adultos jóvenes. Ella ha sido parte de un grupo de música de mujeres y ha pertenecido a grupos feministas, Henry es vegano -lo que subrayan algunas informaciones- y de cabello largo.

Con quienes les apoyan, nos hemos visto en La Paz, en actividades culturales y también en actos solidarios con el pueblo mapuche –y espero que esto no sea una sospechosa señal para quienes sindican de “terroristas” a sus compañeros-.

“Por vestirnos como no les gusta”

Una amiga de Nina con wawa en brazos, nos relata que “Nina ha ido -más que a ninguna parte- en estos últimos años, a cumpleaños de niños porque tiene un hijo pequeño”. Se ve enojada, dolida, llora a ratos y se pregunta “¿Qué va a hacer ese niño ahora? ¡No pueden valerse de fancines, ropa negra, música, parches para culparnos… ¡Mis wawas usan parches! ¡Yo uso botas y capuchas negras y no me van a decir que por eso soy culpable!... ¿Por qué no han dejado entrar a la prensa? ¿Tan malas son sus pruebas construidas?”, concluye indignada.

En distintos medios masivos han circulado fotos de una mesa donde se exponen supuestas “pruebas” presentadas en contra de los jóvenes detenidos. Se aprecian volantes con letras negras, algún parche o adhesivo, unas máscaras, algo que parece accesorio de vestir estilo punk, también una pistola. Se alcanzan a ver de pie, delante de la mesa, a Nina y a Henry. Los detenidos están a cara descubierta, con las manos atrás, esposados. Los militares que los custodian parecen, por así decirlo, sobrevestidos, con mucha ropa de camuflaje y rostros cubiertos: cascos y pasamontañas.

La TV abierta mostró una “conferencia de prensa” el miércoles donde “fueron presentados”, según los medios masivos, “los detenidos”. Pedro Moscoso, primo de Nina, considera que esa exposición “fue un crimen porque los abogados no estaban presentes ni tampoco los familiares. En ese momento estábamos esperando acá, en estos mismos tribunales, con el abogado. Decían que iban a traer a Nina para fijar la fecha de la audiencia y en cambio los estaban poniendo a todos frente a las cámaras de TV, violando completamente los derechos humanos, yendo contra la presunción de inocencia”.

¿Dirigidos desde fuera? e intereses privados…

El ministro de Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia, Carlos Romero, habló en esa “conferencia de prensa” de "pruebas fehacientes" y de varios meses de trabajo de investigación de la Policía. La madrugada del martes hubo allanamientos y detenciones de varias personas, algunas fueron liberadas y cuatro quedaron detenidas. El canal estatal mostró filmaciones de cámaras de seguridad en cajeros automáticos, una persona con capucha -imagen borrosa- se mueve bajo el lente. El ministro también afirmó que las personas detenidas tendrían vínculos internacionales, y arriesgados titulares de medios masivos subrayan: “autores de atentados”, “banda anarquista” “financiada desde Chile”… Se menciona la muerte de Mauricio Morales (anarquista de chile que murió a fines de mayo de 2009) y a Luciano Pitronello al que en 2011 le estalló una bomba en Santiago.

De las organizaciones bolivianas que más se mencionan en diversas acusaciones mediáticas, es la OARS, Organización Anarquista por la Revolución Social, quienes en sus pronunciamientos, a menudo han insistido que creen en revolucionar la sociedad –como su nombre lo indica- pero no en atentar contra ella. En algunas notas de prensa, se dice cosas como que la OARS “opera desde Chile…” -y me pregunto ¿por qué creen que los jóvenes bolivianos necesitan que los dirijan desde otros territorios?-. También delatan que “el 12 de octubre”, estos jóvenes -o sus compañeros-, habrían “marcado algunos mensajes en el monumento a Colón en la plaza Isabel la Católica” (en La Paz). Imaginamos que serían mensajes anticolonialistas -y que si los hubiésemos visto, los habríamos celebrado-.

Se menciona también páginas web anarquistas o antisistémicas -entre ellas, alguna asociada a La Haine-, como si escribir en ellas fuese delito.

En la audiencia pública, que no fue tan pública, ya que sólo se permitió la entrada de las partes, acusados, defensores, familiares y fiscales, también hubo –por parte acusatoria, por lo que se sabe- abogados de Bancos. Y es que hay numerosos intereses privados en este caso. De hecho la Resolución de Aprehensión del Caso Nº 10340/11 seguido por el Ministerio Público (…) por el delito de Terrorismo y Tentativa de Homicidio del Código Penal en aplicación del Artículo 226… -el caso contra estos jóvenes- entrega un listado de 18 hechos de “sabotajes” y “artefactos incendiarios”, de los cuales 17 se relacionan con empresas privadas, Bancos, locales de comida rápida –entre ellos Burger King-, supermercados, etcétera -sólo un hecho se ubica en una dependencia pública-.

¿Son “de derecha”?

Disentir –fácil- puede costarte esta ofensa. Un vocero explica: “Los detenidos son ambientalistas y lo que tienen en común es que son vegetarianos y han apoyado en algún momento a la lucha del TIPNIS…”, pero que “para nada” son de derecha y que tampoco están preocupados sólo del TIPNIS, si no “de todos los temas”. Subraya que todos quienes participan en organizaciones sociales están “en condiciones de reflexionar por sí mismos sobre cómo se está llevando este proceso, de juzgar si las políticas económicas son realmente transformadoras o siguen siendo neoliberales. Hay mucha gente que tiene miedo de que vuelva la derecha, el asunto es que si no tratamos de recuperar el espíritu revolucionario entonces vamos a dejar que todo se vaya al tarro, en realidad este gobierno parece estar desgastando la opción izquierdista. Somos activistas hace años, desde la época en que los cocaleros han necesitado nuestro apoyo y se los hemos dado, y desde la época en que el vicepresidente (Álvaro García Linera) y su grupo guerrillero, han sido apresados y los hemos apoyado porque hemos tenido en cuenta que son compañeros revolucionarios, pero ahora están tratando de criminalizarnos”… Otra vocera agrega: “La compañera detenida es artista y feminista 10 años ya, y como nosotras es madre sola”. Y otra mujer joven agrega: “…Estamos pensando en sembrar, en formar comunidades alternativas, estamos formando escuelas alternativas porque no estamos de acuerdo con un sistema de muerte, el capitalismo es un sistema de muerte y es lo mismo que está haciendo este Estado ahorita”…

En fin, mucho que discutir, pero no encarceladas… Me sigue dando vueltas esto de los “nexos con terroristas chilenos”, y no solamente porque vengo de allá, si no que da la casualidad que justo cuando escribo esta nota, se anuncia que “por falta de pruebas, todos los jóvenes del llamado caso bombas han sido absueltos en chile. Podríamos preguntarnos, entonces, quién es el terrorista en $hile y desplegar ironías, pero el tiempo perdido y el dolor de gente encarcelada injustamente, pesa más, justo cuando Nina y Henry se encuentran privados de libertad en La Paz, Bolivia.

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