viernes, 20 de septiembre de 2013

Conversatorio con J.R. Quintana en Bruselas. Organizaciones sociales europeas intercambian impresiones con el Ministro de la Presidencia de Bolivia



 Blanca Cota
Activista del colectivo Repsolmata (Barcelona)
 
 El encuentro se realizó aprovechando la participación del Ministro de la Presidencia de Bolivia, Juan Ramón Quintana en un foro en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas. Se trataba del Foro "Desafiando al Poder Corporativo" que organizó la red internacional Dismantle Corporate Power en el Parlamento Europeo el pasado 5 de septiembre, auspiciado por el Grupo de la Izquierda Europea y la coalición de partidos Verdes del Norte de Europa. La jornada se enmarcaba en la propuesta de crear un nuevo régimen regulatorio internacional a las transnacionales y evitar la situación actual de impunidad para que estas puedan ser procesadas penalmente por los delitos ambientales y sociales que cometen en el mundo.

Tras el acto, el ministro de la presidencia de Bolivia, acompañado por el embajador de Bolivia en Bruselas accedió a entablar un diálogo para conocer e intercambiar posiciones con los movimientos sociales presentes en el acto. Las organizaciones participantes eran miembros de diversas redes de monitoreo de los delitos de las compañías multinacionales y los impactos de los tratados de libre comercio entre Europa y América Latina.

Juan Ramón Quintana encaró la charla con una disertación sobre el proceso boliviano detallando los "esfuerzos por gobernar sin ser gobernados por los poderes extranjeros". Insistió en el acervo histórico del pueblo boliviano para recuperar el control de los recursos, las diferentes facetas de la "revolución a través de la inclusión y  la distribución del excedente". Sobre este punto, remarcó la nacionalización de todos los hidrocarburos y el control sobre el 87% de los beneficios del petróleo y el gas mientras que las empresas - ahora socias y no patronas- sólo se quedaban el 13% de las riquezas.
 
El relato, quizás demasiado benevolente con el gobierno, transmitió algunas dudas entre los participantes del evento, las cuales fueron transmitidas al Sr. Ministro: 

Desde la Campaña de afectad@s por Repsol se cuestionó sobre los alcances de una nacionalización que ha dejado a todas las empresas operando en las concesiones adquiridas en el contexto ultraliberal de los gobiernos anteriores.
Si, como afirmó el ministro, tanto excedente generaban los hidrocarburos para el Estado después de la nacionalización, ¿Por qué esa necesidad nacional de permitir el ingreso a explorar y producir hidrocarburos en interior de las áreas protegidas y TCOs? ¿No resultaría más oportuno recuperar los mega-campos de gas de San Antonio, San Alberto y Margarita (operados por Repsol y Petrobras en el interior de territorios guaranís), donde disfrutan de rebajas impositivas?

La respuesta de Quintana fue que las Áreas Protegidas amazónicas - se refería al P. N. Amboró, la Reserva de la Biosfera Pilon Lajas, P.N. Carrasco, P.N. Madidi y TIPNIS- habían sido creadas por Gonzalo Sánchez de Losada, ex-presidente artífice la imposición neoliberal en el país,  para asegurar las reservas hidrocarburíferas que albergan estas regiones a las empresas norteamericanas. Sugirió el esfuerzo por detener la conspiración de algunos pueblos indígenas y organizaciones "financiadas por la British Petroleum y la embajada norteamericana" para desestabilizar al gobierno.

Este argumento recibió una encendida respuesta de un miembro de la red del Estado Español Ecologistas en Acción que  advirtió al Sr. Ministro que "estos argumentos no tienen cabida en este espacio. No se puede criminalizar a organizaciones sociales bolivianas reconocidas por su trabajo en el campo de los derechos de los pueblos frente al avasallamiento corporativo." Daba la impresión que Quintana desconocía el reconocimiento público que tiene por ejemplo la lucha de los pueblos del TIPNIS en Europa. Al respecto se cuestionó sobre si estaban vulnerando los legítimos y legales derechos de estos pueblos a decidir sobre si quieren una carretera.
 
Se preguntó también sobre qué pasaría si algún pueblo amazónico, por ejemplo los chimanes decidieran voluntariamente no aceptar el ingreso de las petroleras - YPFB y PetroAndina incluidas- a sus territorios.

La conversación finalizó en breves minutos y no se llegó a profundizar algunas controversias, pero las organizaciones participantes agradecieron la oportunidad de diálogo e invitaron al gobierno a continuar desafiando el poder de las transnacionales y garantizar el respeto de los pueblos a decidir sobre sus destinos.


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