A los congresistas:
Lo primero colegas, aprendamos de los congresos universitarios pasados, su
proceso y resultados. ¿Y que vemos? El aparatismo de los grupos partidarios.
Grupos de presión conectados con partidos políticos, o las redes del poder
universitario, que buscan tener mayoría en el congreso, y desde allí, por
mayoría, establecer las conclusiones, previamente redactadas. Es el riesgo que
ahora se repita.
Al ser producto de una mayoría partidaria, las conclusiones de los
congresos, no sirvieron mucho en el curso de la mierdificación del
trabajo académico en San Simón, la debacle en la calidad de profesionales que formamos
y la desinstitucionalización generalizada. Somos una universidad zombi, como la
define el colega Cesar Soto.
Con este antecedente, estimados colegas, es imperativo establecer el CONSENSO,
como el criterio de toma de decisiones del III congreso universitario.
De acuerdo a la RAE, el CONSENSO es el acuerdo producido por consentimiento
entre todos los miembros de un grupo o entre varios grupos.
Ello significa, en el horizonte del congreso, que solo se aprueba en lo que
el conjunto de los asambleistas está de acuerdo. Llegar a ello implica
construir acuerdos: en lo que estamos de acuerdo, aprobamos. Donde haya
desacuerdo, se lo descarta.
De esta manera tendremos conclusiones realistas: es lo que todos estamos de
acuerdo y estamos comprometidos a cumplir y hacer cumplir.
Y lo más saludable, rompemos los aparatos partidarios, las mafias del
pasillo, pues, en un escenario de CONSENSO, se trata de convencer al otro, al
diferente, desde el argumento, el diálogo socrático. En suma, aplicar una
verdadera democracia.
Carlos Crespo Flores
Docente universitario
IMAGEN: Jorge Crespo, "El observatorio"
Para la noción de mierdificación del trabajo, ver el libro de David
Graeber, Trabajos de Mierda. Ariel. 2019.
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