Crimethinc
Para que la democracia directa tenga sentido la gente debe tener control sobre su entorno inmediato y los asuntos básicos de su vida. La autonomía es simplemente la idea de que nadie está más calificado que vos para decidir cómo vivís, que nadie debería sentirse capaz de elegir qué debés hacer con tu tiempo y tu potencial, o cómo el ambiente donde vivís debe ser construído. No debe confundirse esto con la llamada “independencia”. En la actualidad, nadie es independiente porque nuestras vidas siempre dependen de otros –“El hombre occidental llena su alacena de productos de almacén y se siente capaz de llamarse a sí mismo autosuficiente”-. La independencia es un mito individualista que nos aleja de las posibilidades de vivir colectivamente. La moda de la “autosuficiencia” en la sociedad actual –que corta yugulares y es competitiva- realmente constituye un ataque a aquellos que no buscan la competencia y es funcional a obstaculizar a la construcción de una comunidad. En contraste a ésta mirada occidental, la autonomía es una independencia libre entre aquellos con los que compartís un consenso y con los que actuás libremente para establecer cooperativamente una autoadministración de la vida.
La autonomía es la antítesis de la burocracia. Para que sea posible, todos los aspectos de la comunidad desde la tecnología a la historia deben ser organizados de manera que sean accesibles para todos.
Los grupos autónomos pueden estar formados sin necesariamente establecer una agenda clara, mientras ofrezcan a sus miembros formas de beneficiar la participación de los demás: el colectivo Crimethinc., el movimiento Dadá y otros pequeños puntos en el tejido del pasado y el presente son evidencia de esto. Dichos grupos pueden incluso contener contradicciones, como cada uno de nosotros como individuo, y aún así servir a nuestro propósito. Los días de marchar bajo una sola bandera se terminaron.
Los grupos autónomos tienen como base defenderse contra las usurpaciones de otros que no creen en los derechos que tienen los individuos de gobernarse a sí mismos, y expandir el territorio de la autonomía y el consenso haciendo todo en su poder para destruir las estructuras de las sociedades dañinas (incluyendo aquellas que creen en la “democracia” representativa) y reemplazarlas con estructuras democráticas más radicales. Por ejemplo, no alcanza con bloquear o destruir una autopista, que genera ruido y contaminación ambiental, sino que también debés proveer transporte libre como bicicletas comunitarias o centros de reparación comunitarios, si querés ayudar a los otros a reemplazar las relaciones autoritarias y competitivas de la dependencia automovilística por una visión cooperativa y autónoma del transporte.
Fuente:
Crimethinc (s/f) Más allá de la Democracia; 24 pp. http://zinelibrary.info/files/Democracia%20v24.pdf
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