Seguramente estaré también sumada a la lista de mujeres “traidoras y delatoras” por lo que voy a decir. Consciente de ello, no me esconderé en el anonimato de seudónimos, grupos, movimientos, colectivos o lo que fuera, por lo cual me identifico con el nombre “legal” que me dio el Estado, mi familia y como me conocen.
Ya van varios comunicados, en diferentes tonos y colores, donde ponen en cuestionamiento la ética de Virginia Aillón y de Nina Mansilla, tildándolas de ser “traidoras y delatoras”, unos producidos obviamente desde aquí y otros anunciados desde otros países.
El 29 de mayo pasado, con una orden fiscal de allanamiento a sus domicilios fueron llevados a declarar a 12 personas por estar implicadas en acciones “terroristas” e “intento de homicidio” por las supuestas explosiones de bombas de cajeros automáticos bancarios y en el Viceministerio de Medio Ambiente. De toda esta lista, en principio sólo dos personas quedaron con cárcel preventiva, dos con arresto domiciliario, y el resto fueron liberados por tratarse de “menores de edad”. Posteriormente, otra persona fue detenida con cárcel preventiva.
Pero, nadie hasta el momento se ha pronunciado sobre esta primera lista de la fiscalía donde tenían 13 nombres: ¿de dónde salieron estos nombres?, ¿cómo relacionaban un@s con otr@s?, ¿quién delata a quién?, ¿es un montaje del Estado para reprimir?, ¿es una mezcla de ambas cosas?, ¿tod@s l@s que nos autoproclamamos libertari@s somos “terroristas”?, ¿tod@s somos insurrecionales para ser anarquistas?, ¿tod@s conocemos a tod@s?
Seguramente, algun@s querrán contestar estas preguntas, u otr@s darán “lecciones” de anarquismo “real, verdadero, histórico o contemporáneo”. En verdad no me interesa, pues cada un@ construye su respuestas desde lo que es y desde lo que cree, siente, piensa, vive e interactúa. Cada un@ tiene sus éticas. Yo construyo las mías, desde lo que creo, siento, pienso, vivo e interactúo como libertaria.
Y desde ahí digo. Nina Mansilla, cuata, hermana, amiga, compañera, comadre desde hace 15 años es INOCENTE de las acusaciones que le imputa el Estado. Virginia Aillón, cuata, hermana, amiga, compañera, comadre desde hace 12 años es la mujer más valiente, coherente y ética que conozco. Nina ha pasado 5 meses en prisión y enfrenta un juicio desde arresto domiciliario acusada de “terrorismos e intento de homicidio”. Virginia Aillón, junto a mí y otr@s cuates, herman@s, amig@s, compañer@s, desde el primer día de su arresto hicimos comunicados, interpelamos al Estado y al Sistema Judicial, organizamos acciones solidarias para recaudar fondos, la visitamos en la cárcel, hicimos plantones, pusimos nuestro cuerpo, nuestra identidad, nuestra cara, nuestro tiempo, nuestros esfuerzo y lo seguiremos haciendo hasta ver libre y declarada inocente a Nina.
Nunca hemos hecho NADA en CONTRA de las otras personas encarceladas. En todo caso, hicimos lo mismo por Henry, y algun@s lo siguen haciendo, sin embargo, a Virginia Aillón y a mí, el propio Henry nos solicitó que ya no lo hagamos. En profundo respeto político libertario a su decisión, nos retiramos de las estas acciones directas por y para él.
Ninguna de estas actuaciones, suponen el delatar o traicionar a las personas “autoproclamadas” como las autoras de las acusaciones que le imputan a Nina. El pedir que “asuman sus responsabilidades” en coherencia y ética con ell@s mism@s frente a Nina y los otros presos, es acaso ¿pedir cárcel para ell@s?, ¿por ser libertarias tenemos que ser como ell@s?, ¿por pedir que sean coherentes le estamos dando datos al Estado?, ¿interpelar a la justicia por la inocencia de una inocente es ser anti-libertaria?, y pluralizo porque comparto plenamente la solicitud de Nina y Virginia. Así que, “comunicadores y manifestantes anarquistas”, súmenme a la lista de juzgadas.
El silencio es cómplice. Y desde mi voz digo a tod@s quell@s auto denominados “anarquistas” que hacen sendos discursos para atrincherarse y rayar una cancha imaginaria de los límites, definiciones, proclamas, frases (intelectuales por cierto) y lo que es peor, para juzgar a las otras, para ponerlas en una “otredad” de descalificación ética y humana, sepan que yo no soy “militante” de ningún “ismo”. Por lo tanto me quedo en esta “otredad”, en la que gustan colocar a l@s que no son como ustedes. Y eso sí es autoritario, eso sí es ser sistémico, eso sí es poner en riesgo a Nina y a Virginia, eso es sí es prejuzgar —al peor estilo del sistema judicial boliviano—, eso sí es darle más aliento al Estado represor. Y lo que es peor, eso sí es ser cobardes (la peor de las traiciones) cuando se nombra sin auto nombrarse, cuando se incita a “quitar” la solidaridad por un@s (tal como lo hicieron en un comunicado de agosto).
Sorprende que la semana pasada, los “Salvajes por la anarquía en Bolivia” luego de casi 6 meses de la detención carcelaria luego de seguir con la cantaleta de “traidoras”, recién hacen acciones de solidaridad por dos personas encarceladas. Desde lo que se tilda como la “comodidad” de vidas intelectuales, me alegra que al fin hagan algo, donde se aplica lo de “más vale tarde que nunca”. Ojalá se desgasten más en acciones solidarias directas, en interpelaciones al Estado, al sistema judicial, que en la elaboración de “comunicados y manifiestos” dirigidas a joder y mellar a dos mujeres valientes y libertarias.
Para finalizar, sólo queda pedir que las voces éticas y valientes que así lo quieran, se sumen a mi repudio frente a la arremetida contra Nina Mansilla y Virginia Aillón.
Paula Estenssoro Velaochaga.
C.I. 1075652 Ch.
La Paz, 10 de diciembre de 2012
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