Gracias a las amigas Virginia Ayllón y Carmen Bedregal conozco la obra de Hilda Mundy (1912-1980), escritora orureña un poco olvidada, que cultivó la ironía y el humor como recurso literario, de manera brillante. La mitología dice que, cuando se casó, con el poeta Antonio Ávila, se calló, dejó de escribir, para dedicarse a su hogar y apoyar la obra del esposo.
III
No se concibe la creación del mundo sino en un match de “foot-ball”
Un match de “foot-ball” de alta técnica; punto-origen
del deporte actual vulgarizado y decadente.
El creador bello en su complexión robusta de atleta
(no falco y débil como visador de cementerios) daría la
patada inicial del match espectacular.
¿En qué Stadium magistral sería su entrenaje?
En un juego movido de cabriolas: con directo
“shootazo”, colocaría al sol –balón de fuego- al goal
del cielo. Y como el contendor incógnito se durmiera, en
un empuje haría rodar veloz por el espacio, la luna
-balón de luz- entre las estrellas.
Y así seres, coas, astros en la infracción del “outside”
agitaríanse en la cancha del universo.
El juego individual y la simplificación del tiempo libre
de cronología harían monótono el encuentro.
Movimiento vario de seis días.
Después de batir el récord de resistencia, con el ímpetu
gastado en la formación del mundo, débil y fatigado
se pondría a descansar en el lomo rugoso de una
montaña.
Mientras su “manager” inter-universal comenzaría un
masaje tonificante.
Frase de análisis: “El foot-ball es un de porte bíblico”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario