Michael Truscello and Uri Gordon
Aproximadamente existen 200,000 a 300,000 toneladas de
residuos provenientes de plantas nucleares en el mundo, y estos residuos estarán allá alrededor
de unos 100 000 años[i]. Casi un millón de metros cúbicos de
residuos radiactivos han sido vertidos en los océanos. Casi el 90% de la basura
en el océano es plástico[ii], dispersos en millones de millas
cuadradas, y puede tomar un siglo en biodegradarse. El material que se biodegrada
más rápidamente libera sustancias químicas tóxicas que interfieren con los
sistemas reproductivos[iii]. Un estudio del 2011 del Programa
Internacional sobre el Estado de los Océanos (IPSO) advirtió que la vida en los
océanos está al borde de las peores extinciones masivas en millones de años[iv]. 'Como va el océano, así va la vida”,
nos recuerda Alanna Mitchell[v]. Los ahora efectos familiares del
cambio climático global crecientemente parecen haber sido subestimados, y el
clima "extraño" y otras consecuencias desastrosas se han convertido
en algo común. El pico del petróleo. Pico del suelo. Pico del Agua. "Durante
los próximos 100 años más o menos hasta la mitad de las especies de la Tierra, lo
que representa una cuarta parte del patrimonio genético del planeta, estará funcional
si no completamente desaparecido", escribe Stephen Meyer. “Nada –ninguna ley
nacional o internacional, bioreservas globales, planes de sostenibilidad local,
o incluso fantasías de "tierras silvestres" – puede cambiar el curso
actual. El amplio camino
de la evolución biológica está ahora preparado para los próximos millones de
años”[vi]. Los científicos llaman a esto el
Antropoceno, un nombre que denota el impacto de los seres humanos en los
ecosistemas globales. Muchos
consideran esta la edad del "Colapso"[vii], una fatalidad de la que las únicas
preguntas que uno puede promover una preocupación es su "ritmo y
consecuencias"[viii].
La película de terror del capitalismo global, siglos en la fabricación, puede parecer que
está llegando a su fin - lo que el filósofo ubicuo Slavoj Žižek llama su "punto-cero apocalíptico”[ix], con una combinación de rápido agotamiento de los recursos, declinación ecológica y crisis financiera. Sin embargo, cualquier expectativa de que tales condiciones
necesariamente generarán las fuerzas revolucionarias necesarias para trascender el capitalismo es mucho optimismo. El capital siempre ha prosperado en la catástrofe, a partir de sus propios subproductos de estimular más crecimiento económico y ajuste, mientras que una masa crítica de revuelta se ha movilizado solo esporádicamente. Atestigua la relativa timidez de la resistencia popular en los países industrializados después de los rescates bancarios por $US 16 trillones entre 2007 y 2010[x] o el escándalo de la manipulación de tasa de interés LIBOR afectando $ 350 trillones de dólares en derivados. Las múltiples crisis del capitalismo, global en escala y letal para todas las formas de vida en el planeta, no han convencido a la mayoría de las personas que participan en las economías capitalistas de retirarse del precipicio. A medida que el punto de inflexión para el cambio climático fuera de control se cierne, y con la sexta extinción masiva en la historia del planeta tierra en pleno apogeo, la rebelión pública sustancial y prolongada se sustituye por la resignación, el tecno-optimismo y el repliegue reaccionario. No, este no es el Fin de los Tiempos. Es el comienzo de un desastre atenuado asegurado por las tendencias materiales de la petromodernidad[xi], formas de "violencia lenta 'como el calentamiento global[xii], extinciones en masa y contaminación nuclear, que habitaran en el futuro imaginable hasta cierto punto no importa lo que hagan los seres humanos.
En el contexto de crisis prolongadas, las relaciones entre política anarquista y las tecnologías del siglo XXI surgirán continuamente como elementos críticos de la práctica y la teoría. Los anarquistas debemos teorizar conjunciones revolucionarias con la tecnología, aun si experimentamos con la invención tecnológica y la destrucción.
Esperamos
que este número de Anarchist Studies
proporcione incentivos para que otros puedan ampliar la discusión sobre anarquismo
y tecnología, provocando mayor interés en la tradición anarquista para los
estudiosos de la tecnología, y más interés en la historia, la filosofía y la
política de la tecnología para los estudiosos anarquistas y activistas.
FUENTE DE TRADUCCION: Michael Truscello
and Uri Gordon (2013) Whose Streets? Anarchism,
Technology and the Petromodern State; Anarchist
Studies; Vol 21. No 1; pp 9-21.
Para descargar texto completo en inglés:
NOTAS
[i] Duncan Geere,
‘Where do you put 250,000 tonnes of nuclear waste?’ Wired.com, September
20, 2010. Online: http://www.wired.co.uk/news/archive/2010-09/20/into-eternity-nuclear-waste-finland
[ii]
Kenneth R. Weiss, ‘Plague
of Plastic Chokes the Seas’, L.A. Times, August 2, 2006. Online: http://www.latimes.com/news/la-me-ocean2aug02,0,4917201.story.
[iii] Carolyn Barry,
‘Plastic Breaks Down in Ocean, Aft er All – And Fast’, National
Geographic,
August 20, 2009. Online: http://news.nationalgeographic.com/news/2009/08/090820-plastic-decomposes-oceans-seas.html
[iv] Ocean life on
the brink of mass extinctions: study’, Reuters, June 21, 2011. Online:
[v] Alanna Mitchell,
Seasick: Ocean Change and the Extinction of Life on Earth (Chicago:
University
of Chicago Press, 2009), p. 2.
[vii] Jared Diamond, Collapse:
How societies choose to fail or survive. (New York: Viking,
2005).
[viii] Uri Gordon,
‘Dark tidings: Anarchist politics in the age of collapse’, in Contemporary Anarchist
Studies: An Introductory Anthology of Anarchy in the Academy, Randall Amster,
Abraham DeLeon, Luis A. Fernandez, Anthony J. Nocella, II, and Deric Shannon,
eds (New York: Routledge, 2009), p. 250.
[x]
Matthew Cardinale, ‘First
Federal Reserve Audit Reveals Trillions in Secret Bailouts’, CommonDreams.org,
August 28, 2011. https://www.commondreams.org/headline/2011/08/28-3.
[xi] Michael
Truscello, ‘The New Topographics, Dark Ecology, and the Energy Infrastructure
of Nations: Considering Agency in the Photographs of Edward Burtynsky and Mitch
Epstein from a Post-Anarchist Perspective’, Imaginations: Journal of
Cross-Cultural Image Studies 3.2: 188-205.
[xii] Rob Nixon, Slow
Violence and the Environmentalism of the Poor (Cambridge, MA: Harvard
University Press, 2011).
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