1. La
coyuntura política sansimoniana exige una candidatura rectoral INDEPENDIENTE. Candidatura
independiente de un viejo esquema de poder devaluado que antepone lo político
gremial, partidario y sectario a lo académico e institucional y que es incapaz
de respetar y hacer respetar la norma universitaria vigente. Candidatura que
nos permita, en lo inmediato, reflotar urgente e inteligentemente del fondo al
que nos han llevado el conflicto de la ‘titularización de los docentes
extraordinarios’ del pasado 2015 y el más reciente, el de los 'dos rectores'.
2. Candidatura
INDEPENDIENTE, de carácter estrictamente institucional, cuya idea-fuerza o
compromiso central sea el respeto y cumplimiento tajante del Estatuto Orgánico
y que se traduzca en una gestión rectoral de transición hacia una universidad
refundada.
3. Exige
un Congreso Institucional formal, pero no como tarea inmediata o como mantra de
cierta “reforma” universitaria, puramente legislativa, de papel; sino, como
punto de llegada, como evento que clausure un serio y acabado proceso
precongresal: NO es un nuevo estatuto el
que cambiará la UMSS; es la UMSS cambiada que se dotará de nuevo estatuto para
50 o más años! Subrayemos, aquí, que varios objetivos y resoluciones del Primer
Congreso Institucional, NO se han respetado, NO se han cumplido. Ej.
integración y coordinación de los tres procesos académicos, escalafón docente,
permanencia estudiantil, integración del sistema educativo nacional y más.
4. Proceso
precongresal que inaugure una
profunda reconfiguración del ethos y demos sansimonianos; posibilitando la creación de
actores del cambio que liderarán el proceso y de dispositivos colegiados que lo
gestionarán. Apuntando a una nueva correlación entre poder y saber, en favor del saber
por supuesto, a una resignificación del poder colegiado y del claustro
universitario y al diseño de un nuevo 'contrato social' para re-legitimizar la
UMSS frente a la Sociedad y el Estado.
5. Más concretamente,
proceso precongresal que enfrente y resuelva, antes
del Congreso, la mayor cantidad de problemáticas académicas, institucionales,
administrativas y otras; tomando medidas concretas, sensatas y
racionales relativas a la vida universitaria, en su cotidianeidad más elemental
y en el ámbito de campos de saber diferenciados.
Que trabaje en la valoración crítica de todos los cambios que se han ido dando entre 1990 y 2016 y en la del propio
texto del Estatuto actual.
6. Exige
e interpela a actuar, actuar como sujetos universitarios primarios y no como
grupo de interés prebendado. Actuar para transformar la UMSS. Actuar entonces,
y no solamente, con un fin cerrado de ganar o ganar el Rectorado; pero, sí, de
participar para socializar, asentar e imponer una agenda de cambio, unas ideas,
un discurso, un comportamiento político, un estilo...
7. Actuar que se
traduzca en hacer campaña inédita: de ideas, de propuestas, en los medios y las
redes sociales; no de prebendas, cenas, fiestas, amplificaciones, poleras y
regalitos. Campaña
de reconocimiento de que se ha terminado el tiempo de la denegación, racionalización
de la realidad y del “como si…”: del “como si no pasara nada”; “como si no se
pudiera hacer otra cosa”; “como si no hubieran contestatarios, disidentes,
críticos de la situación”. La actual situación sansimoniana no es fruto del
azar, de la casualidad. Y que ha llegado el tiempo de que “el saber pueda y el
poder quiera saber”.
8.
Estamos convencidos que este es el momento de un movimiento INDEPENDIENTE. No
debemos dejar pasar la ocasión: un minuto antes, es demasiado pronto; un minuto
después, es demasiado tarde, como dice el filósofo. Hoy, es necesario
direccionar la UMSS en el sentido del cambio.
Cochabamba, 6 de abril 2016
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